En la actualidad son muchas las personas que tienen la piel grasa o mixta mientras que para otras tantas es algo que se sufre a menudo aunque no sea su tipo de piel. En definitiva, la piel grasa es un problema de lo más generalizado, y es que hay muchos factores que pueden hacer que esta aparezca y tenga consecuencias como la aparición del acné, que pese a no conocer la mayoría de sus causas, una de ellas es el exceso de grasa que se almacena en la piel.
«El motivo de que mucha gente haya notado cómo su piel está más grasa durante estos días hay que buscarlo en procesos inflamatorios de diferente origen. La inflamación afecta a las glándulas sudoríparas haciendo que estas produzcan más sebo«, cuenta el Dr. Pedro Catalá doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. Estas son las razones concretas para la piel grasa.
¿Por qué una piel se vuelve grasa?
El estrés y la ansiedad
Aunque en un principio nuestra piel fuera seca o mixta, las variaciones en nuestra rutina y la necesidad de cumplir ciertos objetivos en un tiempo generan cierta presión, ansiedad y estrés que hacen que se segregue una hormona llamada cortisol, que provoca inflamación en la piel. Por tanto, si nos encontramos bajo presión o en una situación estresante, nuestra piel será la primera afectada y se manifestará alterando su apariencia y dando pie a la aparición de acné u otras imperfecciones.
Una alimentación poco saludable
Y no solo se refiere a no guardar un menú semanal saludable, equilibrado y proporcionado, que también, sino a comer en grandes cantidades. Esto provoca inflamación con los azúcares, las grasas saturadas o el exceso de sal principalmente, com cuenta el Dr. Catalá.
La contaminación
Por otro lado, factores como la contaminación intoxican la piel y obstruyen los poros con la suciedad y los ácaros haciendo que la grasa se vaya acumulando. Pero la contaminación no únicamente se encuentra en el exterior, sino que dentro de nuestras propias casa también existe, en mayor o menor medida. En este caso, el enemigo es la contaminación que se produce por el exceso de luz azul, que es la que desprenden tanto los dispositivos electrónicos a los que ahora estamos verdaderamente expuestos como las luces LED. Este tipo de contaminación daña la barrera protectora enviando una señal a la piel para que produzca mas sebo protector. Una respuesta por parte de la piel suele ser excesiva.
El ambiente seco
De igual manera, el ambiente seco y más ahora durante los meses de verano donde el ambiente deja de estar húmedo y la piel se resiente puede afectar de forma negativa al cutis. Con esta falta de humedad, la piel no puede respirar de forma adecuada y por tanto no se oxigena como debería, llegando a inflamarse. Además la pérdida de agua transepidérmica que ocurre por estar expuestas durante mucho tiempo a ambientes secos provoca que la piel pierda lípidos clave, lo que deriva en un aumento excesivo de la producción de sebo para así compensarlo.
Una mala rutina
Y no se refiere solo a estar bajo altos niveles de estrés y no parar en todo el día, que también puede afectar como ya hemos visto. Se refiere sobre todo a las rutinas de belleza que llevamos tanto por la mañana como por la noche. Y es que, como señala el doctor, «tanto una higiene facial pobre, como una excesiva y con productos muy agresivos acarrean problemas inflamatorios en la piel. La limpieza facial correcta, sobre todo de noche, es esencial para estimular el proceso de renovación celular».
Falta de vitamina D
Ahora en primavera, las horas de sol son cada vez más frecuentes así como el buen tiempo. Sim embargo, aunque una excesiva exposición al sol pueda ser peligrosa y perjudicial para la piel y la salud, es importante recordar que es precisamente del sol de donde se obtiene la vitamina D, que tiene una acción antibacteriana y antiinflamatoria necesaria para reducir y mantener a raya la grasa. Además, el calor estimula la circulación y la transpiración, lo que ayuda a eliminar el exceso de aceite en la piel y que, así, se limpien los poros.
¿Cuáles son los mejores ingredientes para cuidar la piel grasa?
Pero la piel grasa no es algo a lo que haya que resignarse. De hecho esta puede reducirse y cuidarse usando los ingredientes adecuados en nuestras rutinas de belleza. Entre ellos:
El agua de rosas y ciprés
Son astringentes, por lo que hará que la piel no segregue tanto sebo y reduzca los niveles del que ya está afectando a la piel. De hecho, el agua de rosas es uno de los limpiadores clave porque, además, es perfecto para las pieles sensibles que suelen reaccionar ante los limpiadores con más compuestos.
El extracto de Epilobium
Se trata de una planta Alpina rica en flavonoides y conocida por su gran capacidad de regular el sebo y su capacidad anti-inflamatoria.
El hamamelis
Tanto el destilado como el extracto están indicados para pieles grasas, impuras y con excesiva producción sebácea porque es astringente. Se utiliza especialmente como tónico porque cierra los poros, retira la grasa acumulada y reduce la aparición de puntos negros.
La manzanilla
Tiene propiedades dermo-purificantes y antisépticas, con lo que combate el acné. Reduce la grasa y cierra los poros abiertos.
La arcilla
Especialmente en forma de mascarilla, estas secan la piel y absorben el exceso de grasa y, por tanto, seca los granitos.
El azufre
Tiene propiedades desinfectantes, astringentes y antiinflamatorias. Se utiliza en jabón, ayuda a secar la grasa y contribuye a des-obstruir los poros.
El aloe vera
Alivia y calma las pieles grasas y con tendencia a acné, es decir, las pieles más inflamadas.
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