El vestido dorado de Naomi Campbell por su 53 cumpleaños

El vestido dorado de Naomi Campbell por su 53 cumpleaños

En la idílica Costa Azul francesa y rodeada de un gran número de amigos y compañeros de profesión, así ha celebrado su 53º cumpleaños Naomi Campbell. La reconocida top model, ha organizado una espectacular fiesta -en colaboración con Hugo Boss- en el marco de los eventos que tienen lugar en estos días con motivo del Festival de Cine de Cannes, que sitúa todos los focos en el sur del país galo, que nadie quiso perderse. Desde Ashley Graham a Jon Kortajarena, Valentina Sampaio, Cindy Bruna, Amina Muaddi o Izabel Goulart, entre muchos otros.

Una ocasión muy especial en la que la archiconocida maniquí deslumbró, en el sentido más literal de la palabra, con un espectacular vestido largo bordado a mano con pedrería en tonos dorados sobre una base de tul en nude, escote asimétrico con pronunciaba abertura que resultaba tan sexy como favorecedora. El diseño incluía detalle de plumas en la zona inferior, que acababa con ligera cola. Un llamativo vestido que se adaptaba a las mil maravillas a la tonificada y firme figura de Naomi Campbell.


Un vestido con mucha personalidad que Naomi Campbell acompañaba únicamente con joyas muy sencillas y sofisticadas, tanto pendientes como anillo o brazalete. En cuanto a peinado, la modelo decidía dejar al aire su melena larga castaña, en esta ocasión totalmente lisa y raya en medio.

El vestido en tono dorado sigue siendo una de las apuestas más efectivas para eventos nocturnos o grandes galas por parte de estrellas del cine, la moda o la música, así como todo tipo de socialites e invitadas VIP. Hace tan solo unas semanas, tras la coronación de Carlos III, Meghan Markle reaparecía ante los medios en EE.UU con un diseño también en esta tonalidad, al más puro estilo Hollywood, reafirmando así su poder ante las cámaras.

Citas como la de Cannes, un hervidero de tendencias de moda, también son el mejor ejemplo del éxito de este tipo de propuestas deslumbrantes a la hora de pasar la alfombra roja. A la altura de otros tonos imprescindibles como el negro o el blanco.




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