Tras la boda de la princesa Iman hace solo dos meses, Amán ha vuelto a ser el escenario de una nueva boda real, la que ha unido a Rajwa Al Saif y el príncipe heredero, Hussein de Jordania, hijo de Rania y Abdalá. Con una amplia representación de invitados de las principales casas reales europeas (con la asistencia de Kate Middleton y el príncipe William, Máxima y Guillermo de Holanda, la reina Sofía y Miriam de Ungría), la boda se ha convertido en el acontecimiento más esperado e importante de la corte hachemita este año.
La boda ha tenido lugar en el Palacio de Zahran, el mismo escenario que eligieron Rania y Abdalá de Jordania hace casi 30 años para su boda. La ceremonia de matrimonio islámica conocida como «katb ktab» ha reunido a cerca de 140 invitados en un mirador ubicado en el jardín del Palacio, incluidos miembros de la familia real hachemita, miembros de la realeza invitados y jefes de estado. Pero sin duda la gran protagonista ha sido la princesa Rajwa con su vestido novia.
La futura reina jordana ha lucido un vestido de Elie Saab de silueta ajustada y manga larga, con detalles fruncidos y un elegante escote asimétrico. El vestido destaca también por su impresionante cola con detalles de flores caladas. Rajwa ha lucido una tiara y un largo velo, además de un ramo de flores blancas con forma de bouquet.
Rajwa ha llegado a la ceremonia acompañada por los hermanos menores del novio, Hashem y Salma, en un Rolls-Royce Phantom V de 1968, hecho a medida para la difunta reina Zein al-Sharaf, la bisabuela del príncipe heredero. El coche, recientemente restaurado, es el mismo que han usado Abdalá II y Rania durante la celebración del Día de la Independencia, y el que utilizaron Carlos III y la reina Camila en su visita a Jordania en noviembre de 2021.
Por su parte el novio ha vestido un traje inspirado en el diseño que lució su padre, el rey Abdalá, en su boda con Rania, y cuyas mangas encarnan el rico legado de los hachemitas.
Tras la ceremonia, un grupo de mujeres ha interpretado Zaghrata, un sonido alegre que se usa comúnmente para expresar felicidad en las celebraciones jordanas y árabes, mientras los recién casados saludaban a los invitados asistentes. Tras la ceremonia, los recién casados viajarán desde el Palacio Zahran hasta el Palacio Al Husseiniya, donde está previsto que se celebre el banquete, como parte de la Caravana Roja.
En esta caravana los recién casados y la monarquía jordana ha querido hacer un guiño a la británica, con el vehículo elegido por los novios: un Range Rover de 1984 que fue especialmente personalizado para la visita de Isabel II a Jordania por la empresa británica de carrocerías Wood & Pickett, y que ha sido acondicionado para la ocasión con un techo descapotable y una nueva tapicería en cuero blanco.
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