En la mayoría de casos la rutina de cuidado de la piel se limita a unos pasos determinados que repetimos tanto por la mañana como por la noche. Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos parado a pensar qué es de nuestra piel a lo largo del día? ¿Prestamos a nuestra piel la atención que requiere realmente? Múltiples especialistas coinciden en que para cuidar la piel no solo bastan los productos cosméticos que den respuesta a sus necesidades, sino que existen otros gestos que destacan por su sencillez y que consiguen mejorar la salud de la piel considerablemente a lo largo del tiempo.
5 trucos para lograr una piel sana e hidratada
Aplica tus productos con la ayuda de una Gua Sha
La Gua Sha es una herramienta que se ha ido popularizando gracias a su eficacia ya que permite optimizar los productos que aplicamos sobre la piel y mejora significativamente tanto la musculatura del rostro como la calidad cutánea. «La piedra gua sha ayuda a desbloquear la musculatura facial. Además, permite drenar el exceso de líquido que acumulamos en algunas zonas específicas, como suele ser el contorno de los ojos o la zona de la papada, haciendo un ejercicio de drenaje linfático», cuenta Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour. Otro de los beneficios de la Gua Sha es que ayuda a eliminar las toxinas a través de la técnica de acupresión, lo que permite emplear esta herramienta en la zona de la frente, los ojos, las mejillas y el mentón.
Presta especial atención al cuello
Se trata de una de las zonas, junto a las manos y el escote, que menos atención y cuidados recibe. Sin embargo, cuidarla adecuadamente ayudará a prevenir arrugas y manchas, haciendo que la piel se vea más joven y tersa. «Esta falta de tratamiento da lugar al concepto del escote español, un tipo de cuellos y escotes que presentan un mayor fotoenvejecimiento puesto que vivimos en un país con muchas horas de sol. Debemos aplicar la rutina facial en esta zona, puesto que tiene una piel más sensibles y además está más foto expuesta», comenta Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD.
Acostúmbrate a llevar contigo una bruma
Con el paso de las horas la piel pierde sus niveles óptimos de hidratación –ya sea por el aire acondicionado, la calefacción, la contaminación o el estrés, entre otras cosas– por lo que para mantener el equilibrio de humedad y evitar irritaciones u otros aspectos como el envejecimiento prematuro es fundamental emplear productos que repulpen la piel, la equilibren y le devuelvan su jugosidad.
Lava tu rostro a 30ºC
¿Por qué los especialistas aconsejan aclarar el rostro con una temperatura determinada? Se debe a que el agua demasiado fría o demasiado caliente podría comprometer la barrera hidrolipídica de la piel. En el caso del agua muy fría, los lípidos que conforman la piel y las impurezas de base oleosa se solidifican, por lo que la temperatura ideal para fundir las impurezas y eliminarlas del rostro sería aproximadamente de 30ºC. «Sin embargo, sí es cierto que podríamos aclarar con agua tibia y, después, una vez retirada la suciedad, dar un golpe de agua fría al rostro. De este modo, limpiaremos en profundidad y mejoraremos la circulación», añade Elizabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
Cambia la funda de tu almohada de forma habitual
Al igual que las toallas pueden perjudicar la salud de la piel, es fundamental lavar la funda de la almohada cada dos o tres días para prevenir la aparición de posibles granitos y puntos negros. «Mientras dormimos, es más que habitual que el exceso de grasa que produzca nuestra piel se deposite en el tejido de la almohada. Lo mismo ocurre con las lágrimas, saliva… Según van pasando los días, estos depósitos pueden convertirse en el nido perfecto para posibles bacterias, siendo una fuente clara de imperfecciones en nuestro rostro», concluye Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotécnologa, responsable técnica de Ambari.
Fuente: Leer Artículo Completo