Cómo se pueden rejuvenecer los párpados con el maquillaje

Cómo se pueden rejuvenecer los párpados con el maquillaje

La piel que rodea al ojo es la más sensible y delicada de todo el rostro. Y no solo nos referimos a lo que se conoce estrictamente como contorno de ojos, sino también a la piel de los párpados. Esta también es en la primera en la que aparecen las primeras arrugas y la que primero pierde jugosidad y luminosidad, dando lugar a lo que se conoce como párpados encapotados, cuando el párpado superior empieza a plegarse sobre el párpado móvil o, directamente párpados envejecidos por ser muy finos y/o que se ven con más pliegues de lo habitual.

¿Cómo se pueden rejuvenecer los párpados?

Estas miradas necesitan ganar amplitud y luz y una de las formas de conseguirlo y la más típica ahora es hacerse un lifting. Pero no es la única. De hecho, rejuvenecer la mirada es mucho más sencillo: solo se necesitan sombras de ojos.

Párpado encapotado: el paso a paso

Paso 1. Maquillar la ceja

Lo primero antes de emplearse a fondo con el ojo en sí, será mejorar la expresión maquillando la ceja. Además, esta va a servir de guía a la hora de estructurar el maquillaje del párpado, como advierte la maquilladora Cristina Lobato.

Paso 2. La prebase

Después, aplicaremos una prebase para que se fije bien el color de las sombras de ojos, unificar los tonos y potenciarlos.

Paso 3. Maquillar el párpado

Ahora llega el momento de empezar con el maquillaje. Pero no como lo hacemos normalmente, maquillando el párpado en general, sino por partes y teniendo en cuenta los puntos. El secreto está en usar tonos marrones: «Elevamos ligeramente el párpado superior con el dedo, sujetándolo desde la ceja. En el momento que levantamos el párpado, aunque este esté encapotado, palparemos y notaremos dónde está el huesecito. Este punto será nuestra guía. Maquillamos la zona en un marrón clarito como color de transición. Con la ayuda de una brocha de pelo suave depositamos la sombra sin que marque en exceso el tono. Aplicamos el color por toda la zona de la cuenca para dibujarla, lo hacemos desde el extremo del párpado hasta la cuenca», cuenta la experta.

Paso 4. Marcar la cuenca del párpado

«A continuación, cogemos otra sombra marrón de transición, ligeramente más oscura, y un pincel más finito que coja más pigmento de color y nos aporte mayor definición. Marcamos profundizando bien la cuenca para crear una dimensión que en realidad no existe. La crearemos visualmente con este maquillaje. Marcamos bien desde el extremo hasta el lagrimal», añade.

Paso 5. Maquillar el párpado móvil

«Cogemos una sombra en crema para maquillar el párpado móvil. Maquillamos hasta la falsa cuenca que hemos dibujado, es decir, vamos a crear un párpado móvil mayor al que en realidad es», explica Lobato. Esto hará que la sombra se fije aún más y no se mueva, además será más opaca. «Después sellamos con una sombra en polvo. De esta forma hemos creado una falsa cuenca y un falso párpado móvil muchísimo más amplio».

Paso 6. Maquillar el párpado con una sombra de ojos

Después volvemos a los marrones, siguiendo la línea del look. Y es que aporta profundidad pero no de forma tan dramática: «Maquillamos con una sombra marrón para dar naturalidad a la falsa cuenca y al falso párpado móvil que hemos creado. Difuminamos el extremo del ojo para que todo quede bien integrado», concede Cristina.

Paso 7. Maquillar las pestañas

Por último, agrandaremos aún más la mirada aportando volumen y espesor a las pestañas. Esto esconderá también los detalles del maquillaje y favorecerá la naturalidad del resultado.

Párpados con arrugas: el paso a paso

Y es que los párpados encapotados no son el único efecto que tiene el paso del tiempo y la deshidratación en la mirada. Cuando estos están secos y la piel es muy fina, es más fácil que se arruguen, formándose pliegues más profundos que terminan arruinando el maquillaje. Estas arrugas pueden empezar a aparecer también en las pieles jóvenes, cuando el párpado también es demasiado grueso pero la piel fina y vemos que el corrector o el eyeliner se marcan en pequeñas arrugas cuando abrimos y cerramos el ojo.

Paso 1. Definir la ceja

En este caso, la importancia no reside tanto en el ojo en sí como en las cejas: «Vamos a definir una ceja bonita y natural con un lápiz de cejas ultrafino, maquillando pelito a pelito. Cogemos de guía la aleta de la nariz. Colocamos un lápiz desde esa zona hasta la ceja, de esa forma vemos hasta dónde tienen que llegar los pelitos. Si no los hay los dibujamos. Sin desplazarlo de la aleta de la nariz, vamos a girarlo hacia el extremo del ojo, ponemos ahí la guía y donde quede, hasta ahí tiene que llegar nuestra ceja. El arco de la ceja lo trazamos, sin mover la guía de la aleta, a la altura del iris del ojo. De esta manera maquillamos unas cejas que nos darán amplitud a la mirada y nos abrirán el párpado. Nunca utilizar tonos muy extremos: siempre un tono por debajo de nuestro tono de cabello», señala la maquilladora.

Paso 2. Aplicar el primer

Después se aplicará el primer para hacer uniforme el párpado, rellanando las arruguitas y unificando el color. ¡Atención! «Si el párpado está muy arrugado, menos es más. No tenemos que aplicar un exceso de sombras, al contrario, porque todo lo que vayamos a aplicar encima va a resaltar aún más las arruguitas«, indica la experta.

Paso 3. Maquillar el párpado móvil

«Aplicamos una sombra mate en tono claro por todo el párpado móvil. Con un marroncito de transición color piel, ultra natural, vamos a marcar un poquito la cuenca para crear dimensión», cuenta. «Maquillamos la línea de agua a ras de las pestañas del párpado superior para aportar densidad, rellenar entre las pestañas y dar profundidad».

Paso 4. Maquillar las pestañas

Por último, también se aplica máscara de pestañas para definir la mirada, pero con cuidado de no apelmazarlas. Cristina Lobato recomienda las pestañas postizas pelo a pelo para dar una sensación de mayor naturalidad.




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