A la hora de teñir el cabello se abren ante nosotros varias alternativas: desde comprar una caja en el supermercado y aplicarnos el tinte en casa, hasta ir al salón de belleza y ponernos en manos de un profesional. Sin embargo, existe otra opción que, si bien no funciona exactamente con un tinte tradicional, debemos conocer para saber si podría adaptarse a nuestras necesidades: la coloración con ingredientes provenientes de las plantas. Para trasladarte todos los datos importantes, comenzamos la operación pelo: todo lo que tienes que saber sobre la coloración natural.
Y cuando hablamos de coloración natural hay una sustancia que destaca entre todas las demás, la henna. Lo que se utiliza en peluquería es una sustancia que proviene de una planta del mismo nombre, originaria de algunas partes de África, India, Pakistán, Yemen y Oriente Medio. Se encuentra en forma de hojas y, además de emplearse para teñir el cabello, se utiliza para teñir la piel y crear dibujos en ella, en forma de tatuajes efímeros, los preferidos de las neoyorquinas.
Centrándonos en su aplicación para el cabello, la principal diferencia de la henna con el tinte tradicional es que es este último penetra en el tallo del cabello, abriendo la cutícula de forma que los químicos alteran la pigmentación de la fibra capilar dentro de la corteza del cabello. La henna actúa a nivel superficial, la cutícula permanece cerrada y el producto cubre la fibra del cabello, dando lugar a una coloración brillante y semipermanente.
Henna vs. tinte tradicional
Cabe destacar también que la henna no aclara el color natural del cabello, por tanto, si queremos pasar de un castaño oscuro a rubio, quizás este no sea nuestro método. Con los tintes tradicionales podemos conseguir este aclarado y casi cualquier look, porque son aptos para todo tipo de cabello. La henna tiene limitaciones en este sentido, por ejemplo, está desaconsejada para personas con cuero cabelludo sensible y el cabello frágil con ciertos problemas de tolerancia.
Por otro lado, es necesario conocer que en los procesos de coloración con henna el resultado depende en gran medida de la base natural de tu cabello: el producto se puede aplicar en todo tipo de tonos, pero el color final será diferente. Mientras que si partimos de una base rubia o un cabello canoso llegaremos a un tono anaranjado vibrante, si la base es oscura –castaño o moreno– el color obtenido será menos rojizo.
También debemos tener en cuenta los tratamientos que vamos a aplicar en el cabello después de realizar la coloración con henna. Si tenemos pensado realizar algún procedimiento sintético, debemos desechar la idea de teñirnos con henna, pues este empujará la sustancia hacia dentro de las cutículas con resultados impredecibles. Lo que si es posible es realizarlo a la inversa, por ejemplo, primero un tratamiento de alisado con queratina y después la coloración con henna.
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