Sabemos un truco para lograr que tu crema hidratante “funcione” mejor. Olvídate de gastarte un pastón en activos que prometen lo imposible. La regla que nunca falla para convertir tu loción suavizante en el Ferrari de los cosméticos corporales es usar un exfoliante todas las semanas.
Sí, es cierto: las cremas hidratantes reponen ácido hialurónico, glicerina, pantenol y otros ingredientes hidratantes y suavizantes que lubrican el tacto de la piel, mejoran la barrera de lípidos y evitan que la humedad se escape. Pero nada de esto es posible si antes no eliminas las células muertas e impurezas que obstruyen los poros.
La dermis se renueva cada 28 días, así que los queranocitos o células muertas se van acumulando en la capa más externa. Aunque el organismo se encarga de desprenderlas, nada como darle una ayuda extra para que la renovación sea más rápida y más profunda.
El Exfoliante Suavidad para piel sensible de Avene tiene pH fisiológico y afina la textura de la piel gracias al roce de micro-partículas de celulosa y cera de jojoba. Deja la piel preparada para absorber todos los activos de la crema hidratante.
También estimula la circulación: y como el oxígeno llega mejor a las células, el tono y el tacto mejoran. Es como si la piel respira. Aplícate el exfoliante bajo la ducha sobre la piel húmeda, antes del gel.
© Cortesía de Avene.
Si tu piel es normal puedes exfoliarte dos veces por semana. Si es sensible, una. Insiste con movimientos circulares en las zonas donde el tacto es más grueso, como codos, rodillas y los talones. Aclárate bien. El tacto de seda está asegurado.
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