Ser una de las actrices más admiradas y queridas del panorama actoral supone un esfuerzo inmenso por intentar estar siempre lo más actualizada posible. Aunque siendo Jennifer Aniston, cualquier cosa que hagas va a ser alabada sí o sí. Pero si es cierto que ser la eterna rubia perfecta, con el físico perfecto debe ser mucha presión, a menos que sea parte de ti.
En los últimos meses hemos podido ver como grandes celebrities, tanto del panorama musical como cinematográfico, se esfuerzan en dar lecciones contra el edadismo y señalar situaciones en las que lo hayan vivido. Y si nos ha quedado una cosa clara es que no hay un patrón correcto que defina cómo se debe envejecer correctamente. Las canas o no canas, arrugas o tratamientos para evitarlas… ninguna de ellas debe ser juzgada ni puesta en duda.
Pues la de Friends nos ha vuelto a dar una lección en este sentido pero con otro aspecto físico que nada tiene que ver con su cabello o patas de gallo. De sobra sabemos que cuidar el cuerpo es primordial para la actriz, no es la primera vez que comentamos su impresionante físico, pero es que tampoco podemos evitar fijarnos en él y tener un pelín de envidia sana. Y claro, traemos pruebas para que seas nuestra cómplice.
Ayer por la noche en París se estrenó la segunda parte del film de Jennifer Murder Mistery junto a Adam Sandler de Netflix,y solo esperamos poder ver el super tonificado cuerpo de Aniston para que el gym que llevamos pagando desde diciembre, nos motive lo suficiente como para comenzar a ir. Estarás de acuerdo con nosotras, es inevitable mirar sus brazos, nos tiene embelesadas y no podemos apartar la mirada.
Pero también debemos de reconocer que el espectacular vestido los resalta aún más. Se trata de un vestido largo entallado, en color champagne con escote palabra de honor, que nos permite ver a la perfección sus musculados brazos con cada movimiento que realiza. Desde luego, todo un ejemplo motivacional para no seguir retrasando ese cambio físico y paso hacia una vida plena.
Vía: ELLE ES
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