Las gorras han vuelto para quedarse. Pero no nos referimos a esas estilo militar o marinero, sino a aquellas que se llevaban en los 80 y 90, estilo vintage y propias de un partido de béisbol. Pero estas gorras no solo se llevan porque son tendencia, sino que, aprovechando el tanto, se lucen también para ocultar un día de mal pelo o ‘bad hair day’.
De hecho, muchas son las que relacionan la gorra con un día de mal pelo directamente porque, además, la ventaja es que lo hace realmente fácil y rápido. Literalmente solo debemos cepillarnos el pelo y ponernos encima la gorra. Como cualquier otro gorro o sombrero, ocultará la raíz del pelo si el pelo está sucio o si ese día le falta volumen. Además, podemos hacer que se cargue de volumen por la parte de abajo aunque arriba casi no tenga.
Sin embargo, lejos de lo que podíamos creer, la gorra también sirve para situaciones completamente desesperadas. Sí, para esos días en los que es imposible levantar el pelo, cuando éste se ve fino, sin cuerpo, desorganizado, así que lúcelo despeinado y con la gorra encima. Este truco vale también para esos días que vamos con tanta prisa que ni siquiera nos da tiempo a peinarnos.
Gorra de mujer Lacoste con estampado de cocodrilo vintage
Cómo llevar la gorra con estilo
Si hay una forma de llevar el pelo con la gorra es suelto, sí, pero se le da un toque poniéndolo detrás de las orejas. De esta forma se nota mucho menos que el pelo de ese día no se ve bien y que carece de volumen. De hecho, este gesto aportará más.
En definitiva, llevar el pelo con gorra y detrás de las orejas para dar un toque diferenciador es tendencia, pero no es la única manera de apostar por este truco salvavidas para un día de mal pelo. Si la situación es insostenible siempre se pueden sumar las grandes máximas para un día de pelo insolucionable: un recogido sencillo y favorecedor como un moño bajo o una coleta y la gorra a modo de complemento.
Gorra unisex de algodón orgánico con logo
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