Si una cosa es cierta es que no solo vale con una buena alimentación para mantener la piel sana. Para cuidarla y que tenga buen aspecto siempre hay que mantener una rutina de belleza con cremas, sérums y demás cosméticos. Pero eso no quita que la alimentación sea una parte fundamental del cuidado de la piel. De hecho, eligiendo los ingredientes precisos, la piel puede mejorar considerablemente. Una de las dietas que lo consigue es la K-food.
Por si quedaba alguna duda, definitivamente, Corea del Sur es ya el país de la belleza por excelencia. Primero fue la K-beauty con sus mascarillas revolucionarias y sus diez pasos para una piel perfecta la que dio de qué hablar y sigue haciéndolo y ahora lo es también su dieta, que ha demostrado que esa piel de porcelana no es solo obra de la cosmética revolucionaria sino también de lo que añadimos o quitamos a nuestra dieta.
Básicos de la K-food
Muchos son los platos típicos de la dieta coreana. Esta sobre todo se compone de verduras, en su mayor parte cruda, cocida o fermentada, las frutas, pescado, el arroz en grano o en fideo, algunas legumbres o patata. Se prescinde en muchos casos de la proteína de la carne. Esta está presente en algunos platos en pequeñas cantidades pero a veces es sustituida por soja, tofu o las setas como las shiitake, del trigo y, por supuesto, de los procesados. Los lácteos se sustituyen también por otras bebidas que imitan a los batidos, como el banana milk, que puede hacerse con leche sin lactosa. Pero para seguirla bien, esto es lo que debes incluir sí o sí.
Kimchi
Uno de los platos más icónicos de Corea. Sus principales beneficios son su alto contenido en vitaminas A, B y C, su aporte antioxidante y sus cualidades probióticas que ayudan a mantener las defensas altas y el equilibrio en las bacterias intestinales. Tiene sabor picante y se elabora a base de col fermentada, uno de sus principales secretos.
La técnica de fermentar verdura se aplica también a otros productos en la cultura coreana evitando las calorías que se producen con otras elaboraciones como la fritura. Además, ayudan a controlar la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol y mejoran la salud intestinal. Es una manera de evitar los ultraprocesados, uno de los enemigos para conseguir una piel perfecta.
Ginseng
El ginseng es un antioxidante natural. Normalmente se utiliza como ingrediente para tónicos y limpiadores pero en té, este limpia y purifica la piel desde dentro.
Infusiones
Aunque la hidratación interior no es suficiente para mantener la piel hidratada, lo cierto es que beber el agua suficiente y beber infusiones, especialmente el té verde o rojo que son antioxidantes, hace que la piel se desintoxique y descongestione. Sustituye con ellas los refrescos.
El picante
Este es especialmente beneficioso en lo que a la figura se refiere. Está en sus sopas, verduras, pescados… Pero, que además de por el sabor, la comida picante ayuda a acelerar el metabolismo y quemar lo que tomamos de manera más rápida.
Pescado sí, sushi no
Siempre hemos pensado que era al contrario. Pero el sushi suele tomarse con salsa de soja y otros condimentos, no es el pescado puro y duro sino mezclado con otros ingredientes que bloquean los poros.
Boricha
En la dieta coreana la cafeína desaparece. Y es que aunque el café es realmente bueno para la piel es un excitante y no siempre sienta del todo bien. Esta es sustituida por la teína, aunque lo mejor será sustituir los cafés a lo largo del día por boricha, un té de cebada sin cafeína.
Beneficios para la piel de la dieta coreana
La dieta coreana es de lo más completa, pero, especialmente, está formada por ingredientes de moda que tienen grandes beneficios para la piel y para el organismo en general. Ayuda adelgazar por su bajo aporte calórico pero siendo una dieta completamente equilibrada y desintoxica y purifica la piel.
Se prescinde de los fritos por lo que, al ser menos grasa, esto hace que no salgan granitos ni se favorezcan los brotes de acné que aparecen por las grasas saturadas y los procesados. Es rica en antioxidantes, por lo que protege de los radicales libres y del envejecimiento de la piel. Además, las infusiones y los tés hacen que la piel esté jugosa y fresca y el ginseng la tonifica.
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