Si tecleas en el buscador de TikTok #glicolicacidasdeodorant (traducido al español, ácido glicólico como desodorante) obtendrás centenares de vídeos en los que sus creadores afirman haber encontrado el sustituto perfecto al desodorante. En estos clips, los tiktokers aparecen poniendo unas gotas de ácido glicólico sobre un disco de algodón, o directamente sobre las manos, y aplicando el producto sobre las axilas para prevenir el mal olor. La mencionada etiqueta acumula más de 12 millones de visualizaciones y cada uno de los clips están llenos de comentarios de otras muchas personas que también han probado el producto y afirman que desde entonces se han despreocupado de los malos olores. Todo esto parece indicar que el ácido glicólico tiene más efectos sobre la piel que el de rejuvenecerla.
Pero, más allá de la experiencia de los consumidores, científicamente tiene sentido usar este alfahidroxiácido para prevenir el hedor. Parce que sí. Este elemento elimina las células muertas de la piel y reduce el pH de la dermis, de forma que la bacteria que causa el olor corporal no puede sobrevivir, cortando el problema de raíz. Pero existe otro problema que no evitará la aplicación de ácido glicólico: el sudor. Y es que los desodorantes, normalmente incorporan sal de aluminio para evitar que este se produzca, un componente que no encontrarás en la solución empleada por los tiktokers.
Si aun así te queda la curiosidad de probar cómo actúa este elemento en tus axilas, uno de los más demandados es la solución tonificante de ácido glicólico al 7% de The Ordinary. Lo más recomendable es aplicarlo inmediatamente después de la ducha pues lo que pretendemos es mantener las bacterias a raya y si aplicamos la solución cuando el olor se ha empezado a desencadenar, aunque todavía no lo percibamos, el ácido puede no ser tan efectivo. En cuanto a la forma de aplicación, los expertos creen que la mejor opción es depositar el producto con discos de algodón o de microfibra porque de esta manera se minimiza el tiempo de contacto del ácido con la piel, reduciendo las posibilidades de irritación.
Y es que no hay que olvidar que el ácido glicólico es un exfoliante químico y como tal puede provocar enrojecimiento e inflamación de la zona, en mayor medida si lo usamos a diario, sustituyendo a nuestro desodorante habitual. Otras consecuencias del uso continuado de este producto en las axilas puede ser la sequedad de la zona y el picor y los brotes de granitos. Y es que estamos hablando de una zona delicada ya que la piel de la axila es bastante fina, por lo que todas estas reacciones pueden ser más probables. Para prevenirlas, una norma a seguir muy aconsejable es escoger productos cuya concentración de ácido glicólico se encuentre por debajo del 10 % y limitar su uso una vez al día.
A pesar de todos estos contras, tal es la popularidad de este nuevo uso del ácido glicólico que ya se pueden encontrar en el mercado productos específicos con este componente para tratar el olor corporal en las axilas. Sin embargo, si aparece cualquier duda sobre el cuidado de la piel lo mejor es consultar a un dermatólogo.
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