Vitamina C en cosmética: todo lo que tienes que saber

Vitamina C en cosmética: todo lo que tienes que saber

«Bébete rápido el zumo de naranja, que se le va la vitamina C”. Esta mítica frase, que forma parte del acervo popular, da cuenta de lo célebre que es la vitamina C o ácido ascórbico en términos nutricionales. Se trata de un micronutriente que, como bien dicta la cultura de calle, está involucrado en la mejora del sistema inmunitario. En concreto, lo que hace la vitamina C es intervenir en la producción de glóbulos blancos (conocidos como linfocitos y fagocitos), que actúan ante las posibles infecciones del organismo.

Algunos estudios también han demostrado que los suplementos de vitamina C pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad e incluso a prevenir moderadamente el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿hasta qué punto es necesario tomar suplementos de vitamina C y qué otras aplicaciones tiene este micronutriente? Veamos.

¿Es bueno tomar vitamina C?

La vitamina C no puede ser sintetizada por el propio organismo, por lo que debe obtenerse mediante la alimentación o por vía tópica. Tanto interna como externamente actúa como un potente antioxidante, ante agentes externos que pueden resultar tan dañinos como la contaminación ambiental, el tabaco o los rayos solares. La razón es que cuenta con una gran capacidad de unión a los radicales libres del oxígeno, que son los responsables de la oxidación de las células. Por eso se oxida rápido y por eso se dice de ella que es inestable. Cuando se oxida se oscurece, de igual manera que lo hace una naranja abierta a temperatura ambiente al cabo de un rato. He ahí el principal beneficio, pero también el mayor riesgo de la vitamina C: que puede pasar de ser antioxidante a oxidante.

¿Cómo actúa la vitamina C en la piel?

En cosmética, la vitamina C es uno de los activos de los que más se está hablando en los últimos años. la razón es que se trata de un ingrediente relativamente fácil de producir (aunque a menudo requiere una atmósfera de nitrógeno para que no se oxide). La mayoría de las marcas de belleza han lanzado productos basados en ella en diferentes formatos. Sin embargo, y a pesar de este boom, la vitamina C todavía genera dudas en buena parte del público general e incluso se ha granjeado mala fama con respecto al sol. Los siguientes puntos abordan las que probablemente son las suspicacias más habituales en general.

La vitamina C combate las arrugas

Una de sus mayores aportaciones es que contribuye a la síntesis de colágeno, mediante la unión de aminoácidos, y a que los restos de elastina no se acumulen sobre la superficie dérmica. Tanto el colágeno como la elastina componen la red tridimensional sobre la que se sustenta la piel, por lo que la vitamina C ayuda a combatir las arrugas. Sin embargo, distintos estudios han demostrado que sus efectos por vía tópica son bastante más modestos que por vía oral.

La vitamina C aclara las manchas

La melanina es la responsable de dar color a tu piel (es decir, del bronceado), pero también de las manchas de la piel que aparecen por la exposición solar, sobre todo a partir de una cierta edad o por el uso de algunos medicamentos. Cuando hacen acto de presencia en el rostro, todas las alarmas suelen dispararse. Pero no es necesario esperar a que llegue ese momento para beneficiarte de la acción iluminadora y unificadora del tono de la vitamina C. En concreto, lo que hace es actuar sobre la enzima precursora de melanina, inhibiendo su acción pero sin llegar a bloquearla. También existe la creencia (muy extendida, por cierto) de que la vitamina C causa manchas en la piel. “Cuando se usa ácido ascórbico en altas concentraciones (en cosmética no está permitido formularlo a más de un 15%) puede causar reacción en pieles muy sensibles y, en caso de tener el poro muy abierto, si no penetra bien en la piel, al oxidarse adquiere ese color naranja amarronado que mancha el poro”, aseguran Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab, en Madrid.

La concentración adecuada de vitamina C

Las mejores concentraciones de vitamina C en los cosméticos oscilan entre el 15 y el 20% (a partir del 15%, la fórmula cambia), aunque algunas pieles sensibles pueden presentar reacciones con concentraciones superiores al 10%. “La concentración que nos garantiza efectos sobre la piel es a partir del 12%, aunque podríamos decir que el 15-20% son las concentraciones más eficaces; siempre teniendo en cuenta que a partir del 15% estará formulado a partir de derivados del ácido ascórbico”, aseguran Marta Barrero y Elena Ramos. “Por ejemplo, nuestro sérum de vitamina C favorito, C Tetra de Medik8, lleva el derivado THD ascorbato a unas concentraciones similares en eficacia y potencia a llevar un 40% de ácido ascórbico”.

¿Cuándo aplicar la vitamina C?

Como ocurre con muchos otros cosméticos, el orden de los factores sí altera el producto. En este caso, el ritual matutino es el momento ideal. “Deberíamos usarla por la mañana, a modo de sérum, antes de aplicar nuestra crema hidratante”, explican desde The Secret Lab. “Así podremos disfrutar de todos sus beneficios durante todo el día nuestra piel. Eso sí, sin olvidarnos de aplicar después un SPF alto, para evitar que la acción de la radiación solar y el aire oxide la vitamina C. En los casos en los que el producto cosmético tiene un alto porcentaje de este activo, podemos optar por reservarlo para la noche”.

¿Con qué no debe mezclarse la vitamina C?

Ha quedado claro que la vitamina C es un activo inestable, por lo que hay otros componentes con los que es mejor no mezclarla. “Nosotras somos partidarias de formulaciones cuanto más puras mejor, ya que consideramos que muchos activos son muy difíciles de formular juntos y pueden obstruirse entre ellos para cumplir con su función y para absorberse correctamente”, indican Barrero y Ramos. “La vitamina C se puede combinar con otros antioxidantes como la vitamina E, el ácido ferúlico o el ácido alfa lipóico, potenciando así sus efectos. Por el contrario, no se debería formular ni mezclar junto con alfa y beta hidroxiácidos, ni con otros principios activos que puedan desestabilizarla, ¡es muy sensible!”. Tenlo muy en cuenta a la hora de incluirla en tu rutina de belleza.

¿Cuál es el mejor formato para la vitamina C?

La vas a encontrar en una gran variedad de formatos, pero recuerda que es un activo que puede alterarse con la luz o el calor, por lo que suele estar dentro de envases oscuros y herméticos, como las ampollas de vidrio topacio. A menudo son monodosis, ya que el contacto el oxígeno la deteriora. “Sin duda, el formato que mejor capacidad de absorción y penetración garantiza es el sérum, ya que el principio activo que contiene (en este caso, la vitamina C) va formulado en un tamaño de partícula más pequeño que, por ejemplo, en una crema, para alcanzar niveles más profundos de la piel”, explican desde The Secret Lab. “Por este motivo, el sérum se aplica siempre en cantidades pequeñas (normalmente con gotero) y su absorción y efectividad es inmediata. Los frascos de sérum, suelen ser oscuros, para evitar que la luz oxide la vitamina C”.

Productos con vitamina C para la belleza de tu piel






Fecha original del artículo: 2021




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