- Envases reciclables para una compra más sostenible
- 10 recetas de aprovechamiento con las sobras de la Navidad
- Consejos y trucos Eco para ahorrar de manera sostenible
Comprar alimentos frescos y de temporada es muy importante para asegurarnos una buena alimentación pero también lo es cómo los cocinamos. El calor altera los alimentos y es algo a tener en cuenta para que no pierdan propiedades. Estos algunos trucos de ahorro y consumo para aprovechar mejor los alimentos.
Comer sano no significa renunciar a tus recetas favoritas. Algunos cambios sencillos y un poco de planificación pueden ayudarte a introducir cambios saludables en tu manera de cocinar para toda la vida.
A pesar de que la cocción altera los alimentos –hace que se pierdan vitaminas (A, B y C) o enzimas–, también favorece su digestibilidad y conservación y destruye sustancias tóxicas que contienen algunos alimentos, como las patatas o las berenjenas. También cambia el aroma, textura o color haciéndolos más apetecibles o fáciles de masticar y conservar.
Para cocinar hortalizas y verduras, lo más sano es tomarlas crudas, en ensalada, escaldadas, al vapor o cocidas poco tiempo y con poca agua para que no se pierdan vitaminas. Otro consejo es hacerlas al horno a bajas temperaturas. Al cocer espinacas o acelgas, tira el agua por el ácido oxálico que sueltan. Y no conviene abusar de su consumo porque dificultan la absorción de calcio y de hierro, además de favorecer la formación de piedras en el riñón.
Cómo cocinar la carne o el pescado
La carne lo mejor es comerla en forma de carpaccio, steak-tartar o marinada, ya que así conserva todos sus nutrientes, pero sólo si es de muy buena calidad porque podría tener bacterias o sustancias contaminantes. Si la cocinamos, mejor que sea de una forma suave, esto permite que se destruyan las bacterias y favorece su digestibilidad. Los estofados o carnes al horno son más saludables que a la brasa o al grill.
La carne puede llevar una capa de humedad en el exterior, por lo que es importante deshacerse de ella si se quiere que la proteína se dore al máximo cuando llegue a la sartén. ¿La forma más rápida? Secarla con una toalla de papel.
Al cocinar el pescado, lo mejor es hacerlo al vapor, estofados o al horno (sin pasar de los 300 grados). No se debe abusar del pescado crudo porque hace que se pierda vitamina B1.
Sazona cosas como las setas y los calabacines después de que se doren, no antes. Ambos llevan un exceso de agua, y la sal la extrae aún más, haciendo que los alimentos queden empapados. En su lugar, deja que cojan color primero y que pierdan el líquido sobrante. (Además, asegúrate de que estén totalmente secos antes de ponerlos en la sartén).
Cómo cocinar otros alimentos
Para asegurarnos de que los mariscos no están contaminados hay que mantenerlos durante 48 horas en agua limpia y cloro. Lo mejor es pasarlos por agua, al vapor o escalfados. Así se cuaja la clara y la yema se mantiene casi cruda. No deben comerse crudos porque impiden la absorción de la biotina o vitamina B8, además de que pueden transmitir bacterias como la salmonela.
Fuente: Leer Artículo Completo