La quinta temporada de The Crown noe stá dejando indiferente a nadie. Los nuevos capítulos de la serie cubren el declive del matrimonio entre la princesa Diana y el príncipe Carlos en los 90, así como la influencia de Diana en la moda. Hemos analizado los diez capítulos, centrándonos especialmente en Diana y su obsesión por ofrecer mensajes e historias a través de su ropa, con digresiones sobre la duquesa de Windsor, la difunta reina, y otros iconos de estilo real retratados en la serie. No te pierdas las anteriores temporadas en Netflix.
El episodio tres de la quinta temporada de The Crown nos da el origen de un mito y la conclusión de otro. La primera es de Dodi al Fayed, que sería el último novio de la princesa Diana, también perdió su vida en el accidente de coche de 1997 en el que falleció la princesa del pueblo. El episodio se llama Mou Mou por el padre de Dodi, Mohammed Al Fayed, y traza su obsesión por congraciarse entre la realeza, una tarea que logra al contratar a un antiguo empleado del duque de Windsor para conocer cómo debe comportarse frente a la Familia Real.
El otro mito que este episodio aborda: el final de Wallis Windsor, de soltera Wallis Simpson, que fue, por supuesto, la mujer por la que el duque de Windsor abdicó al trono británico (todo esto fue cubierto en la tercera temporada y también en el excelente libro That Woman, publicado en 2012). Vemos a la duquesa por primera vez en este episodio a través de los ojos de Mou Mou en la década de 1940, visitando Egipto con su marido con un elegante vestido rojo, con pequeños hombros de princesa que se encogen en mangas ajustadas y una cintura aún más apretada.
La duquesa era una mujer controvertida en todos los aspectos, excepto en la moda. Conocida por su devoción a Elsa Schiaparelli, vestidos severos y enormes broches, fue considerada la mujer mejor vestida del mundo, apareciendo en la lista creada por el empresario de moda estadounidense Eleanor Lambert durante 16 años consecutivos.
Es interesante pensar en lo que significa ser la mujer mejor vestida del mundo. Bajo el punto de vista de Lambert, esto era mucho más que un deporte competitivo. En la época de la duquesa, significaba un gusto por lo atrevido o inusual (ella divinamente posó con el vestido de langosta de Schiaparelli), pero también significaba dedicación y deber. Ella fue una mujer que vivió para vestirse y para tener el traje adecuado para cualquier ocasión. Ella representaba la moda como una forma de vida.
Más adelante, durante el episodio, el antiguo criado del marido de Wallis -ahora instalado, como con el empleado de Al Fayed y ayudándolo con sus esfuerzos reales- revela que la duquesa ha muerto. Esto se logra con un poco de melodrama y muy poco respeto por su vestuario, pues se cree que durante sus últimos días, al duquesa se encontraba vestida con sedas. Y aunque esto no fuera cierto, ¿no se podría haber mostrado en la ficción a la duquesa con un glorioso kimono de Chanel? Por desgracia, si pensamos en términos de moda, a la mujer mejor vestida en el mundo no se le concede un final digno.
Después de interminables minutos de cambio de imagen de Mou Mou, al final de este episodio, tenemos la única visión de otra figura considerada como la mujer mejor vestida del mundo: Diana. (A pesar de que los dos primeros episodios fueron sobre ella, ¡no hay suficiente Diana en esta temporada!) Regresamos a los principios de los 90, y Mou Mou ha comprado los grandes almacenes Harrod’s, sobre todo porque, como sugiere una escena anterior, significa que se sentará al lado de la reina en un partido de polo. Pero la Reina prefiere no sentarse con Mou Mou, y en su lugar envía a Diana a hacer la escritura. Ella aparece en el asiento junto al de Mohamed Al Fayed; él le dice que le llame Mou Mou; ella le dice que está tratando de volver a ganarse a la Reina. Ella es confiada, compuesta, y autocrítica y, una vez más, se ve elegantísima.
El traje morado que lleva Diana muestra otra impresionante recreación. Diana coincidió con Mou Mou varias veces antes de que comenzara su relación con Dodi, pero incluso en entornos de polo como este, estaba vestida de manera impoluta, aunque informal.
El traje púrpura que Debicki usa aquí, debidamente re-hecho hasta las solapas redondeadas, fue diseñado por Gianni Versace y usado por Diana para dar un discurso contra las minas terrestres en Washington, D.C. en 1997. Versace fue un arquitecto clave de la imagen post-divorcio de Diana, cuando emergió como una elegante fuerza de la naturaleza.
La especialidad de Versace era crear una armadura hermosa y sexy, ropa que hiciera que una mujer se viera poderosa sin dejar de ser femenina. En la serie puede verse cómo el traje resulta perfecto para ir a Washington por motivos sociales y ser tomada en serio sin renunciar a la moda.
La unión entre Diana y Versace fue quizás la relación más ideal de su vida. Ese tipo de sinergia, entre los objetivos de una persona y su vestuario, es quizás lo que hace que alguien sea «el mejor vestido». (Diana misma fue nombrada a la lista nueve años consecutivos y se le dio una infinidad de premios especiales, incluyendo uno para Enduring Images of Elegance.)
De nuevo, es una pena que la serie pierda la oportunidad de mostrar esa transformación palpable a través de su cambio a la hora de vestir, pero todavía tenemos el «vestido de la venganza» y una entrevista con Martin Bashir por delante, así que, ¿quién sabe?
Vía: Harper’s BAZAAR US
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