Nos encanta la Navidad aunque, a veces, pueda resultarnos un poco estresante. Uno de los motivos es acertar con el regalo perfecto, una tarea a priori sencilla pero que a la larga nos trae más de un quebradero de cabeza. Y decimos esto porque con la llegada de las fiestas, se nos acumula también la lista de personas a las que regalarles algo que, no solo les guste, sino que lo recuerden para siempre. Ese detalle que sea diferente y único y que esté a la altura del cariño que sentimos por todos ellos.
Hay muchas formas de agradecer todo el apoyo que nos brindan esas personas que de verdad importan, aquellas que recorren con nosotros el camino. Da igual si se trata de nuestra madre, hermana, mejor amiga o pareja, lo realmente emocionante es obsequiarles con un detalle navideño, como por ejemplo, una botella de whisky.
Si todavía no lo has hecho, cualquier variedad de whisky de Johnnie Walker es el regalo idóneo cuando quieres regalar algo de verdad, y no por compromiso. Y más aún cuando hablamos de Johnnie Walker Blue Label, que representa la culminación de los whiskies Johnnie Walker. Es creación del maestro destilador Jim Beveridge con ayuda de algunas de las barricas más exclusivas seleccionadas a mano y cultivadas artesanalmente en las destilerías de Escocia, las cuales le aportan su carácter complejo, poderoso y suave. Su objetivo fue recrear el sabor y carácter de los primeros blended, los que se hacían en el siglo XIX, y para ello recurrió exclusivamente a whiskies excepcionales, raros e incluso procedentes de destilerías que habían dejado de operar hace muchas décadas.
Aromas poderosos
Johnnie Walker Blue Label nació en 1992 como un whisky con un carácter único debido a las increíbles maltas utilizadas para su mezcla. En la boca es una explosión de sabor y con un final muy rico en matices, extremadamente largo, con notas ahumadas y de pimienta que acaba con un punto especiado.
Un icono nacido para ofrecer una experiencia enriquecedora y para representar los cuatro rincones de Escocia en un solo sorbo. Posee aromas poderosos, que se equilibran con las notas de dulzor y profundidad, con un toque inconfundiblemente ahumado. Un whisky exquisito para ocasiones extraordinarias.
Se nos ocurren un montón de situaciones en las que poder saborearlo rodeado de los tuyos. Esos momentos de celebración que piden a gritos un brindis, una reflexión de lo vivido a lo largo del año y que no deja de ser parte de nuestra vida. Porque cuando regalas Johnnie Walker no estás regalando únicamente una botella de whisky, sino que estás creando relaciones que perduran en el tiempo.
Compartir buenos momentos
Con su lema Keep Walking, Johnnie Walker nos anima a continuar adelante y enfocarnos en los buenos momentos que están por venir y, por supuesto, por compartir. Todo ello gracias al icónico whisky escocés con el que inspirarnos en el progreso como una expresión de alegría y optimismo.
La calidad tiene nombre y se llama Johnnie Walker Blue Label, uno de los mejores blended de Johnnie Walker. Así que ya sabes, quienes se sentarán a la mesa contigo estas fiestas, querrán compartir ese espíritu incansable que lo caracteriza. No esperes para hacerlo posible.
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