La playa de los mortales ha recibido una visita inesperada. Camuflada entre los árboles, los supervivientes veían una serpiente que causaba el pánico entre ellos, en especial en Ferre y Rocío. Los comentarios de Fani tampoco ayudaron mucho. «Que eso es una boa niño, eso te pica y te mata», soltaba mientras Jorge tranquilizaba al resto dudando del tamaño del reptil.
«Qué asco, de verdad», gritaba Rocío mientras seguía con miedo los movimientos de la visitante. «Mira, he visto escorpiones, tarántulas, serpientes… ¡madre mía, peor que en un zoo!», decía Fani.
Ferre lo tenía claro: «Las serpientes siempre me han dado mucho miedo porque me han dicho que abre mucho la boca así que a ver si me va a coger un pie, una mano o algo… Esta noche no duermo aquí, duermo a la intemperie», decía muy seguro.
La misma sensación tenía Rocío Flores, que temía más a la intrusa que a su nominación: «Al ver la serpiente he sentido muchísimo asco, pavor… de todo un poco. ¡Me muero!».
Menos mal que Jorge era más práctico y, ya que estaban preparando un arroz con los cangrejos y caracolas que había cogido de entre las piedras, estaba ideando un menú: «Si sin querer se acerca a la brasa… no íbamos a comer mucho, pero es carne», sugería ante el espanto de sus compañeros, que preferían quedarse sin probar bocado.
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