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El pollo es una de las carnes más consumidas en el mundo. Nutritivo, digestivo y bajo en calorías, se puede preparar entero o en partes. En España, la carne de pollo es la carne fresca con el precio medio más económico, de ahí que el consumo por persona y año de esta carne sea de unos 12 kilos. Viene perfecta para tenerla siempre a mano para cualquier imprevisto (sobre todo si estamos a final de mes y no sabes qué cocinar).
Pero es una carne tiene muchos ‘detractores’. Algunos la consideran seca, sosa y triste. Los que piensa así es que todavía no han descubierto la cantidad de recetas que puedes preparar con ella o cómo conseguir que la carne salga jugosa, crujiente y sabrosa. Y eso es lo que vamos a enseñarte aquí, todos los trucos y consejos para aprovechar, al máximo, la carne de pollo. ¡No dejarán nada en el plato!
El pollo: despiece y cocinado
-Ala o alita. Sale desde la base del hueso. Se suele utilizar para freír o en barbacoas. Acompáñalas de salsas y tendrás un picoteo ¡delicioso!
-Pechuga. Es la parte que más se consume y la que menos grasa acumula. En la carnicería
las encontrarás enteras ya limpias o partidas por la mitad, especialmente para cocer en guisos. También puedes pedir que te la abran por la mitad como si fuera un libro y
preparar ricos filetes a la plancha, empanados o rellenos.
-Muslitos o jamoncitos. Están situados en la parte inferior de la pata. Se suelen comer enteros y con piel. Cocínalos fritos, guisados o para darle sabor a los arroces.
-Contramuslo. Está en la parte superior de la pata y son muy carnosos. Perfectos para
cocinarlos en guisos o salsas.
Del pollo se aprovecha todo
Si has hecho pollo y te ha sobrado, ¡Ya tienes comida para otro día! Con los huesos, pieles y partes menos carnosas puedes preparar una sopa de pollo. La carne bien desmenuzada, te valdrá para hacer croquetas, rellenos de empanadas o un delicioso pastel de carne.
Pollo crujiente
Lo habitual es rebozar el pollo con huevo, pan rallado y un toque de ajo y perejil, pero puedes hacer otras versiones más intensas y divertidas. Prueba a usar kikos, almendras o nueces bien triturados. También copos de maíz azucarados o panko.
Pollo entero… ¿al horno?
Cuando se cocina el pollo entero, es aconsejable hacerlo con hueso y piel. El hueso es un conductor del calor que mejora la cocción y la piel, hecha poco a poco, añade un plus de sabor. Antes de meterlo en el horno, ata las patas con una cuerda para que la cocción sea uniforme.
Pollo a la plancha
Cuando el pollo se cocina a la plancha no hay que presionarlo con espátulas o cubiertos porque se pierden sus jugos.
Vía: Micasa ES
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