Traslada tu actitud ecológica al trabajo porque, aunque no lo creas, durante tu horario laboral también puedes mimar el medio ambiente. Pequeños gestos pueden convertirse en grandes pasos para luchar contra el derroche energético de las oficinas.
Antes de pulsar la tecla «imprimir», piensa bien si es necesario hacerlo.
– Apuesta por la escala de grises para ahorrar tinta y evita el color.
– Hazte amigo de la opción «doble cara» y del modo borrador.
– Los cartuchos y tóner son altamente contaminantes y tardan cientos de años en desaparecer, así que su reciclaje es indispensable.
El cielo plomizo de las ciudades es el indicador de su mala salud medioambiental. Los tubos de escape son culpables de gran parte de las emisiones C02.
– Si la distancia te lo permite, aparca tu coche y anímate a ir en bici a la oficina. Además de contribuir a reducir el efecto invernadero, tu cuerpo te lo agradecerá.
– El transporte público, ya sea metro, bus o tren, es otra opción formidable para desplazarte al trabajo.
Puedes colaborar muy fácilmente en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. Es tan sencillo como seguir estos simples consejos:
– Usa las nuevas tecnologías para evitar el consumo innecesario de papel y reutiliza la otra cara de los documentos antes de tirarlos.
– Pide que instalen un contenedor para reciclar en tu oficina y ¡úsalo! También sirve para darle una nueva vida al cartón.
– Apuesta por el papel reciclado, ya que su fabricación supone un ahorro del 70% de energía y del 80% de agua frente a la producción de papel virgen.
Una buena idea para involucrar a tus compañeros en el cuidado y respeto por el medio ambiente es crear una patrulla verde de voluntarios que controle por turnos el cumplimiento de medidas para una oficina sostenible.
– Apaga tu equipo siempre antes de irte a casa.
– Revisa que las luces de baños, despachos y salas comunes estén apagadas cuando no hay nadie dentro.
– Establece multas simbólicas para quien no use los cubos de reciclaje o deje su móvil cargando sin necesidad.
– Adopta una planta y cuida de ella porque cuanto más verde esté la oficina, más limpio sera el aire que respiráis.
El derroche energético en la climatización de los centros de trabajo es uno de los responsables del calentamiento global del planeta.
– Consulta el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios que marca la limitación sobre las temperaturas.
– Según esta normativa, en verano el aire acondicionado debería estar en 23 y 25 grados.
– Y en invierno, el rango ideal para poner la calefacción estaría entre 21 y 23 grados.
– Sé responsable y vístete de acuerdo a la climatología real.
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