No solo las firmas de moda avanzan hacía un futuro sostenible dentro del sector, también la sociedad ha tomando conciencia y cada son más las personas, sobre todo jóvenes, que ponen en valor no solo la cantidad de las prendas que añaden al armario, también el proceso por el que ha pasado, el tejido que la compone o la calidad. Prueba de ello es el éxito que han logrado marcas nacionales e internacionales que abanderan el movimiento slow fashion y, por supuesto, la ropa de segunda mano, un mercado que continúa imparable.
Tras la compleja situación que asoló a la población debido a la Covid-19 y que indudablemente cambio nuestros hábitos de consumo, esta tendencia de compra de ropa usada se aceleró y en estos últimos dos años el crecimiento ha sido notable. Las nuevas generaciones no dudan en apostar por estas alternativas para evitar, en gran parte, una sobreproducción que en este tipo de industrias como la moda es altamente contaminante, y, al mismo tiempo, encontrar auténticos tesoros y joyas inalcanzables de otro método y construir gracias a ello un armario más amplio y diferente. Un mercado al que también quieren adentrarse gigantes como Zara, que recientemente
Vinted alcanzó 800 millones de descargas en 2022
Así lo refleja el boom de plataformas como Vinted, que en 2022 ha llegado a 800 millones de usuarios registrados a nivel global y ya está presente en 18 mercados. Asimismo, cabe destacar que 1 de cada 4 miembros de la red nunca habían comprado rosa usada o de segunda mano con anterioridad, -tal y como lo refleja el informe anual que han emitido a los medios de comunicación- lo que todavía refleja más el crecimiento que ha adquirido en estos últimos años.
Y como hemos mencionado con anterioridad, las nuevas generaciones ven la moda de segunda mano como la oportunidad para encontrar objetos a precios más bajos, asequibles. De ahí que el pasado año el el objeto más buscado haya sido un bolso de Jacquemus, que las Birkenstock hayan liderado durante los meses de sol y las prendas The North Face en invierno. Todas ellas, piezas que arrasan en el street style internacional.
Comprar menos, pero de mejor calidad. El lema que bien podríamos asociar a este mercado de segunda mano que, según datos recogidos en 2020 y que estos años siguientes hemos ratificado, prevé superar a la bautizada como fast fashion a partir de 2030.
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