Letizia Ortiz es conocida por ser una 'repetidora' absolutamente fiel a sus looks. Es decir, que sigue a rajatabla la máxima de 'si algo funciona, por qué cambiarlo' y cuando repite un vestido o una combinación de prendas lo hace siempre igual, aportando muy pocas variaciones. ¡O ninguna! Al contrario de Kate Middleton, Letizia no busca fórmulas complicadas y apuesta por la simplicidad aunque, eso sí, con muy buenos resultados. Así, hoy ha repetido su vestido boho favorito, de Sandro, y para la primera vez que se lo ha puesto esta temporada ha aportado un inteligente cambio: lo ha llevado con zapatos beige destalonados.
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Lo estrenó en mayo y, le gustó tanto que se lo volvió a poner exactamente un mes después. En las dos ocasiones repitió los mismos salones azules con tacón fino de Magrit, coordinados con los tonos dominantes del estampado del vestido. Sin embargo, para esta visita a la Fundación CREER para la investigación de enfermedades raras Letizia ha escogido unas sandalias destalonadas beige, de Carolina Herrera ¿Qué efecto tienen? Pues uno inmediato además: al ser de un color muy parecido al de su propia piel, produce la ilusión óptica de alargar las piernas.
Y es que las faldas y vestidos midi tienen grandes ventajas y una desventaja: pueden acortar las piernas según por dónde llegue el bajo. Con zapatos que dejen el empeine al aire subsanamos este problema; si encima son en tonos parecidos al de la piel de cada una, doble efecto alargamiento.
Como únicas joyas Letizia llevaba sus pendientes con forma de mariposa de Elena Carrera y, por supuesto, el anillo de Karen Hallam. ¡Cómo no!
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