Que Carolina de Mónaco es una de las mujeres más elegantes de la actualidad es algo bien sabido. Su impecable estilo, con el que además no se cansa de demostrar a sus 65 años que la moda no entiende de edades, es solo un reflejo de una gran pasión por la moda que va mucho más allá.
Especialmente en su juventud, la princesa de Mónaco ha experimentado sin cesar con fórmulas, prendas de muy diferentes estilos y con infinidad de complementos (entre los que destaca una exquisita colección de pendientes). Más allá de ser capaz de adelantar casi todas las tendencias de la actualidad, de los zuecos a los vestidos corseteros, el armario de Carolina de Mónaco también es el lugar perfecto donde mirar en busca de prendas atemporales que sobrevivan al paso de tiempo y tendencias.
Ejemplo de ello es un tipo de vestido que la hija de Grace Kelly ha lucido sin cesar a lo largo de las décadas y que todo armario cápsula debiera incluir: el vestido satinado o de satén. La princesa de Mónaco ha recurrido a esta elegante prenda en más de una ocasión, desde para cenar en Maxim’s en 1979 hasta para una noche de fiesta en la discoteca parisina l’Aventure à Paris en 1975 e, incluso, para su segunda boda con Stefano Casiraghi, en 1983.
Más allá de que fueran (y sean) una constante en el vestidor de Carolina de Mónaco, los vestidos satinados también repiten temporada tras temporada en las novedades de las diversas firmas de moda. De todos ellos, los de manga larga como elegía la princesa, en versión mini y lisos son siempre acertados y un auténtico salvavidas estilístico de cara al otoño.
Vestidos satinados que comprar este otoño
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