¿Recuerdas aquel otoño en que la camisa blanca se llevaba una talla más grande? Como Julia Roberts en los 90, Lauren Hutton en los 70 y Katharine Hepburn en los 50. En perfecto equilibrio entre la elegancia y el desenfado aquel sutil detalle parecía cambiar, no solo el uso, sino el discurso de la prenda, aparentemente, más sencilla de todas. Más tarde, la revolución victoriana introdujo otra novedad que cambiaría nuestros vaqueros aquella temporada y la moda para siempre: y aún no nos habíamos recuperado del dramatismo de las mangas abullonadas y voluminosas cuando éstas cambiaron el algodón por la organza. Más delicadas, más románticas, más originales.
En el otoño de 2019, la camisa blanca ha cambiado en el fondo y en la forma adoptando nuevas siluetas e incorporando bordados y detalles que la acercan más al concepto de una blusa de fiesta que a la premisa de una prenda utilitaria. Es el qué y es el cómo. Porque ya no es solo que las nuevas camisas blancas estén adornadas por lazos y chorreras, por botones o bordados de perlas, por cinturones de strass o mangas semitransparentes… Es que su guía de estilo también cuenta con nuevas incorporaciones:
· Aceptamos camisa blanca una talla más grande como vestido de fiesta.
· Del revés y con el cuello por dentro se convierte en un top con escote en la espalda.
· Sirve, claro está, como sobrecamisa ligera: abierta o anudada à la Vivian Ward.
· Y con los últimos botones desabrochados reduce visualmente el contorno en la cintura.
© Cortesía de Zara
También su aspecto convencional ha sufrido algunas variaciones y aquella camisa blanca clásica y anodina que todas asumimos como el comodín más pragmático del armario ha alcanzado la categoría de top de fiesta y de culto gracias a algunos de los modelos que encontramos en tiendas como Zara, Stradivarius, Pull & Bear o Uterqüe. Aquí van las 10 más bonitas y especiales que tranformarán tus vaqueros en los próximos meses y tu manera de entender las camisas para siempre.
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