Si algo ha dejado claro la moda es que las diferentes corrientes de estilo rompen, cada vez más, fronteras. La comodidad ya es una gran aliada de la elegancia, los cuerpos a la vista son un statement que poco tienen que ver con la vulgaridad y, lo preppy, ya no es solo apto para lucir por las calles del Upper East Side. Tampoco los vestidos de inspiración nupcial forman parte solo del armario de las futuras novias, al igual que los de color negro, ya se ven en los looks de invitada más triunfales.
No cabe duda de que está emanando una lección que aboga por la plena libertad de elección estilística, una pauta que impone romper los dress code y establecer nuevas tónicas con las que cada uno vista dónde y cómo quiera, cuándo también quiera. Así lo están demostrando las exponentes de moda del momento sorprendiendo con una de las apuestas más inesperadas de cualquier armario que se precie.
Los vestidos blancos ahora salen más allá del altar y se cuelan también en los estilismos de invitada y en los outfits urbanos más fotografiados de alfombras rojas y del street style. Valentino, Dior, Schiaparelli o Giambattista Valli subieron a pasarela las propuestas que adelantaban que el blanco sería el nuevo negro, pero están siendo las consultoras de moda y las referentes del mundo de la cultura las que nos están enseñando que, además, esta tonalidad triunfa bañando los diseños lenceros.
Tomando como punto de partida los años 90, cuando la spaghetti strap o el slip dress se presentó como prenda imprescindible de la moda, actrices como Ester Expósito han confirmado que los vestidos lenceros blancos darán de qué hablar este final de año. Lo ha hecho en el Festival Internacional de Cine de Toronto, escogiendo un elegante diseño con escote ribeteado en detalle metalizado y silueta en «V».
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Días antes de que la actriz desfilara por la alfombra roja de Canadá, Hailey Bieber también posó frente a la cámara con un vestido blanco lencero que lució para celebrar su cuarto aniversario de boda con Justin Bieber. Un estilismo que además recuerda al que llevó en la gala MET de este año.
La compañera de profesión de la fundadora de Rhode, Kendall Jenner, fue otra de las personalidades que nos dejaron claro que los vestidos blancos lenceros también podían ser aptos para llevar por la calle. Ella lo hizo hasta en dos ocasiones: una con un diseño ajustado asimétrico de un solo asa y, en otra ocasión, con uno escotado con corpiño ajustado.
Más allá de estas grandes musas de estilo, expertas en moda como Jeanne Damas han querido también sumarse a la fiebre del vestido blanco lencero y lo han lucido para asistir a uno de los encuentros de la industria más notorios, la Semana de la Moda de Nueva York. Con, eso sí, destellos metalizados, la diseñadora de Rouge confirmó la sencillez que le caracteriza siguiendo una de las enseñanzas de estilo más características de las francesas: «menos es más».
Cuando tantas personalidades públicas y exponentes del sector coinciden en una apuesta no cabe duda de que nos encontramos ante una tendencia. La pureza del blanco viene para quedarse y lo hace en una de las siluetas comodín de cualquier vestuario fashionista.
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