Pensar que hubo un momento en el que las zapatillas deportivas estuvieron únicamente relegadas a actividades deportivas se plantea casi tan inconcebible como el recuerdo de que, en algún momento de la historia, las mujeres no tenían permitido llevar pantalones. Si bien la introducción de las zapatillas deportivas en el guardarropa de diario, en el de oficina y también en el de fiesta es algo que debemos a millennials y zetas, ya hubo iconos de estilo en el pasado que demostraron que las zapatillas deportivas eran el calzado estrella para añadir ese toque diferente a un look, poner el toque effortless y, en definitiva, ganar comodidad sin perder estilo. Ejemplo de ello son Carolina de Mónaco, quien ya llevaba Adidas Gazelle o Vans 50 años antes de que se pusieran de moda, o Lady Di, quien hizo de las Superga o de las zapatillas deportivas de bota.
Por muchos que hayan sido los modelos de deportivas que han ido sucediéndose, más aún ahora, en un momento en el que cada año varía la silueta de las snekaers más deseadas del momento, hay algo que se ha mantenido casi inalterable y, es que, las zapatillas deportivas blancas siempre han estado a la cabeza. Al menos hasta ahora y, es que, si analizamos cosas tan dispares como el estilo off duty de Gigi Hadid, las zapatillas que han llevado las expertas de moda en Copenhague o las que se calzan las influencers de moda en Instagram nos hemos encontrado con que no son blancas, sino rosas.
Bien sea en rosa más pastel o en el fucsia que tanto ha triunfado en 2022, las zapatillas de las que más saben de moda se tiñen de este llamativo color. ¿Lo mejor? A pesar de poner el punto de diferencia a los estilismos, combinan igual de bien que las sempiternas sneakers blancas.
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Las zapatillas rosas más tendencia de las firmas de moda
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