Tamara Falcó se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones de invierno en Maldivas. A pesar de ello no abandona a sus seguidores de redes sociales y sigue mostrando contenido sobre moda, una de sus pasiones. En los últimos años años la marquesa de Griñón ha demostrado tener un estilo exquisito en el que integra piezas clásicas con otras de tendencia para dar lugar a looks deseados por mujeres de todas las edades. Así ha propuesto opciones para sustituir a los vestidos en Nochevieja o ha mostrado el abrigo batín básico que mejor sienta.
La última lección de estilo de la hija de Isabel Preysler está relacionada con el color. Y es que a pesar de que cuando llega el otoño la paleta de colores se apaga y nos ceñimos más a tonos marrones, beis y negros, ella ha querido demostrar a sus seguidores que hay otros tonos que también se pueden llevar durante estos meses, sin que resulte raro. Para muestra este año también hemos tenido el fucsia y el Barbicore muy presente.
A través de sus stories de Instagram la marquesa de Griñón ha compartido una instantánea en la que luce un precioso vestido de color mostaza. Se trata de una prenda decorada con un microbrocado y de corte a los tobillos. El vestido incorpora un escote en uve y una favorecedora cinturilla que marca la figura de Tamara. Añade un toque más femenino con unas mangas de farol. Es una pieza de la tienda Momonì y aunque actualmente no se encuentra disponible en su catálogo, se pueden encontrar otras similares del mismo color.
Este color es perfecto para romper con la monotonía de los tonos neutros y se puede combinar con marrones, naranjas e, incluso, morado, para las más atrevidas. El truco está en guiarse por el círculo cromático y añadir colores que se encuentren próximos en él o enfrentados para crear un contraste mayor (como en el caso del morado). Para abrigar la pieza basta con poner un cárdigan de uno de los colores mencionados y ajustarlo con un cinturón para que no se pierda la forma que marca el vestido.
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