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En Amar es para siempre esta semana, Jesús ha vuelto a la academia de policía y todo parece haberse calmado, pero Luján comienza a temer por su vida tras las advertencias de Sevilla. Mientras tanto, Jorge hace las paces con Turbinas y Carballo rechaza el intento de Concha por hacerle parte de su familia. Días más tarde, Jorge se topa con su pasado más doloroso y Luján recibe una amarga llamada de Jesús… La última. Pues, horas más tarde, el chico aparece ahorcado en su habitación.
Quintero y Cristina están a punto de volver a enfrentarse a raíz de la desaparición de Marcial Costa. Cristina duda de la versión de Alberto con respecto a Marcial, pues no cree que se llevara dinero de la empresa y después huyera. De repente, aparecen unas cartas en la taquilla del desaparecido de una supuesta amante y todo se complica aún más. A su vez, Benigna sigue su incansable búsqueda del amor ypone su futuro sentimental en manos de una tarotista. Los amigos de Benigna intentan hacer algo para quitarle la obsesión de encontrar el novio perfecto en su entorno, pero fracasan.
Sabino, el padre de Hugo llega a la Plaza de los frutos
Por otro lado, Rocío regresa a la farmacia, pero la relación con Hugo sigue siendo tensa. Así pues, los problemas en el negocio crecen y la aparición de un misterioso electricista de nombre Sabino parece empeorarlo todo. Hugo conecta muy bien con el desconocido. Sin embargo, todo se viene abajo cuando el recién llegado confiesa ser el padre del muchacho. Sabino le pide a Rocío que le guarde el secreto hasta que se sienta preparado para contárselo a Hugo.
Andrea recibe una tentadora oferta laboral de gran envergadura, pero descubre que ha sido gracias a la mediación de Alberto. Nieves intenta convencer a su hija para que aproveche la oportunidad que le ha conseguido su marido y Andrea, finalmente, acepta hacer los uniformes de los Hoteles Continental. Además, firma algunos documentos de la empresa que ha constituido Alberto para ella sin examinarlos. Por su parte, Pelayo paga con dolor el sobreesfuerzo que hace en el bar y tiene que guardar reposo por su ataque de ciática.
En el barrio, las repercusiones tras la muerte de Jesús no tardan en hacerse presentes. Luján tiene la seguridad de que no se suicidó, sino que lo mataron, al mimo tiempo que Carballo le echa en cara al comisario la defunción de su hijo. Entretanto, Andrea descubre que su marido le ha engañado con el contrato. Es mucho más dinero de lo que le dijo. Y Alberto se entera de las razones que llevaron a Ricardo a Miami.
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