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En Amar es para siempre esta semana Cristina e Isabel tuvieron un nuevo enfrentamiento a cuenta de Libertad, pues la primera acogió con recelo el estrecho vínculo que se ha creado entre las dos siguientes. Mientras tanto, Carballo y Jorge ignoraban que es Luján quien va un paso por delante de ellos. Es más, Jorge fracasó en su intento de aliarse con Jeros en contra del comisarío.
El laboratorio rechazó la crema de Rocío, pero ésta seguía ilusionada por Hugo. Todo parecía ir a las mil maravillas, hasta que la llegada de Úrsula volvió a avivar la discordia entre los farmacéuticos. Rocío se desahogó con Pelayo, estaba furiosa con su hermana, hasta que esta última se sinceró con ella. Es entonces cuando Rocío intentó que Úrsula solucionase sus problemas con Pruden, pero ella decidió quedarse.
Visi descubrió que Quico y MaryJo escondían un secreto que afectaba a Benigna. Convencida de que era algo grave, Visi buscó ganarse la confianza de la recién llegada. Mientras tanto, Benigna comenzó con los preparativos de la boda de Quico. Por su parte, Ciriaco creía haber superado su decepción por la boda de Andrea… pero Jeros tenía otros planes para él, como vimos en el último capítulo de Amar es para siempre. El delincuente manó un mensaje amenazante al pequeño de los Gómez, lo que le obligó a aceptar la invitación al enlace y participar en el golpe que estaban planeando dar en la ceremonia, aunque Nieves trató de impedir que asistiera.
Ricardo consiguió manipular a Marcelino de nuevo
Marta Prieto decidió proclamar su culpabilidad, aunque las pruebas recabadas indicasen lo contrario. A su vez,Sebas se desilusionó al saber que Nieves no invitaría a los empleados a la boda. Manolita no entendía la actitud de su prima y le reprochó su decisión. Además, Ricardo enredó a Marcelino, que volvió a fallar a su familia, obligando a Ciriaco a servir la cata de vino a los prometidos, en el Asturiano.
Cerca de allí, Cristina se agobió al saber que Isabel no volvería a Venezuela. Esta última ganó tiempo para investigar el litigio contra Fernando y encontró la forma de conmover a su hija, a quien no se atrevió a contarle sobre las deudas que dejó su padre al morir. Paralelamente, todos los preparativos para la boda salieron mal: la remesa de vino francés estaba picada y los camareros se pusieron en huelga. Además, Carballo estaba a punto de perder el control al ver publicada una información falsa sobre su padre.
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