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Esta semana en Servir y proteger, los vecinos de Distrito Sur todavía se encuentran en plena resaca emocional después de la muerte de Martina y lo ocurrido en la boda de Olga y Julio la semana pasada en la serie. Algunos de sus habitantes han tomado drásticas decisiones. Es el caso de Iker, quien ha resuelto abandonar de una vez por todas el CNI para estar tranquilo junto a Luna y su hijo. Quiere mantener a los suyos a salvo y nada mejor que dejar a un lado su profesión para conseguirlo.
Por otro lado, Espe no quiere dejar a Sheila sola y Carlos le propone irse los tres juntos de vacaciones. Sin darse cuenta, la policía ha formado, poco a poco, la familia con la que siempre soñó. ¿Cómo se tomará la adolescente la noticia de su primer viaje con sus padres “postizos”? Mientras tanto, Hanna no deja de sentirse mal por ocultarle a Lidia su pasado delictivo. El secreto de la muerte de Vlado le pesa demasiado y no le deja avanzar en su relación.
Quintero decide entregarse a la policía
Cerca de allí, Quintero sufre una crisis y fantasea con un reencuentro con Alicia. Esto le hace ver la luz y decide entregarse a las autoridades. Quiere pagar por los crímenes que ha cometido y ajustar así cuentas con la justicia. Viendo lo que hizo su gran amigo, Hanna decide seguir su ejemplo y tras sincerase con su novia, se presenta en comisaría para asumir las consecuencias de sus actos.
Posteriormente, Lidia recibe la noticia de que será investigada por Régimen Disciplinario, para dilucidar si ocultó los crímenes de Hanna o no. La inspectora que se encarga del caso encuentra una prueba que podría comprometer a Lidia. Por otra parte, llega a comisaría la inspectora Iris Quiroga, sustituta de Iván frene a la UIT. Además, Olga sufre unos preocupantes dolores en el abdomen y pide ayuda a su padre. ¿Está su embarazo en riesgo?
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