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Gracias al dinero conseguido con su puesto de arepas en el capítulo 46, Gaviota se marcha a Bogotá, junto con su madre, Maracucha y Leónidas. Mientras, Lucía, que comienza a tener problemas durante el embarazo, se traslada a la hacienda de los Vallejo, para ser cuidada con doña Julia, sin perder la esperanza de que Sebastián se case con ella en Café con aroma de mujer.
Pasan los meses y en una tormentosa tarde, Gaviota comienza a tener dolores de parto. Está en su casa acompañada por Carmenza y Maracucha. Debido al aguacero, no pueden salir del humilde hogar, ni tampoco llegan las ambulancias, por lo que la recolectora debe parir en su propia habitación. Maracucha hace de comadrona y, con la ayuda de Dios, el pequeño Fernando viene al mundo sin problemas, para alegrar la vida de su madre.
Mientras, Lucía y Sebastián han llegado a Bogotá para una revisión de rutina. La doctora observa que la pequeña Sofía tiene el cordón umbilical atado al cuello y deben hacer una cesárea de emergencia. A pesar de lo angustioso del momento, madre e hija salen bien de quirófano.
Leónidas evita que Sebastián descubra a Gaviota en el hospital
Sebastián, emocionado por el nacimiento de su pequeña, decide entonces pedirle matrimonio a Lucía. Esta aceptar sin pensarlo: «Gracias por querer compartir tu vida conmigo y con la niña. Por formar a mi lado la familia que siempre soñé». A continuación, el hombre comparte con su familia la noticia de la llegada al mundo de Sofía.
Horas más tarde, escampa y Leónidas lleva a Gaviota al hospital para que la revise un médico. En la clínica se topa con Sebastián, que, por fortuna, no ve a su amada, ni a su recién nacido. «Vine por unos análisis de rutina», se excusa el agrónomo para evitar que Vallejo descubre que Gaviota se encuentra en el centro de salud.
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