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En los capítulos anteriores de Café con aroma de mujer, Gaviota decidió ir a Estados Unidos en busca de su amado para darle la feliz noticia en persona y aclarar los malos entendidos surgidos entre ellos. En los capítulos 24 al 28 de esta semana en Café con aroma de mujer, tras su tenso reencuentro con Sebastián, Gaviota pretendía marcharse a Colombia cuanto antes. Sin embargo, debía recaudar una fuerte suma de dinero para comprar un billete que la permitiera regresar a su querido país. Aunque, también, pasó por su cabeza la idea de quedarse en Estados Unidos en busca de un futuro mejor para ella y para su hijo, cuando este naciera.
La fortuna le sonrió a la recolectora, pues se topó con Danilo y Diana, unos emigrantes colombianos que regentaban una cafetería. La pareja decidió darle trabajo a la muchacha y, también, un lugar donde dormir en la trastienda de su local. Además, la ofrecieron cantar en su bar, tal y como hacía en al famoso bar de don Pedro, para ganar un dinero extra.
Mientras tanto, Sebastián, tras su encuentro con su amada, comenzó a dudar más que nunca de que las acusaciones que su familia vertió sobre ella fueran ciertas. Así pues, llamó a Aurelio y le pidió que, a través de doña Carmenza, averiguase dónde estaba Gaviota: «La perdí en las calles de Nueva York y no he podido localizarla. Necesito saber de su boca si ella organizó el intento de secuestro de mi padre o es todo mentira».
Carmenza decidió no contarle a Aurelio dónde estaba su hija
El capataz, siguiendo las órdenes de su patrón, habló con doña Carmenza, pero esta, que sabía que su hija no quería que revelase su paradero a nadie, decidió callar: «No puedo decirte nada, lo siento». Por su parte, Lucía aprovechó la ausencia de Gaviota en la vida de Sebastián para acercarse aún más a él y formalizar su reconciliación. Además, trató de sacarle todo el dinero posible para pagar las deudas de su padre.
En la hacienda, Lucrecia ya sabía que Iván le estaba siendo infiel con otra mujer, ahora solo le queda conocer quién era la persona con la que le engañaba. Mientras tanto, Paula presentó a su novio Martín con la familia y Marcela y Lemarcus consiguieron trabajo en el bar de Carlos gracias a Bernardo, que empezó a aceptar su homosexualidad.
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