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La semana pasada en El juego de mi destino, Zuhal le reveló a Cemal una verdad que cambiaría la vida de la familia por completo. En los capítulos 61 al 64 de esta semana en El juego de mi destino, Cemal todavía sigue sorprendido por la revelación que le hizo Zuhal. El hombre le aconseja a su empleada que le cuente a Mahir que está embarazada. «Él no puede saberlo, está enamorado de Asiye y no quiero que vuelva conmigo solo por el bebé», le dice, haciéndole prometer que guardará su secreto. Cemal, aunque con reticencias, acepta callar: «Si es lo que deseas, no seré yo quien eche por tierra tus planes».
Raci y Zahide se citan en un restaurante para hablar de su inminente divorcio. Él quiere arreglar las cosas de forma civilizada y le asegura que el dinero no será un problema: «Te daré todo lo que quieras, pero tienes que saber que nuestro divorcio no tiene nada que ver con Meral. Tanto tú como yo merecemos un nuevo comienzo». Zahide asiente y con una sonrisa de oreja a oreja, le desea a su marido que sea feliz.
Ugur y Ahmet tienen un enfrentamiento mientas juegan
Pero, en un descuido de Raci, la mujer le envía un mensaje a varios periodistas y estos se presentan en la puerta del restaurante. «¡Que lo saquen en todos los medios, no nos vamos a separar! Amo a Raci y estoy dispuesta a perdonarle y empezar de cero», expresa dejando boquiabierto a Raci, que se marcha tachándola de “loca” y “desquiciada”.
Mientras juegan juntos, Ugur y Ahmet tienen un encontronazo y el segundo acaba con un pequeño hematoma en el brazo. Helin aparece para calmar los ánimos, pero al ver el moretón de su hijo, llama a Cemal para que ponga orden. El niño asegura que ha sido sin querer, pero su padre no le cree y esto enfurece al pequeño, que acaba llorando en brazos de su madre.
Por otro lado, Necmi, que sigue manteniendo un perfil bajo, pone en marcha su plan para vengarse de la familia Demirhan. El hombre no piensa permitir que, aquellas personas que considera que le hicieron daño, sigan viviendo felices y sin problemas.
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