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La semana pasada en El juego de mi destino, Cemal le confesó a Asiye que todavía seguía queriéndola, pero ella volvió a rechazar sus palabras de amor. En el capítulo 29 de hoy en El juego de mi destino, Cemal sufre un percance por el que termina en el hospital. Todos está muy pendientes de su salud. Nergis quiere entrar a verle, pero su madre le prohibe acercarse a la habitación en la que se encuentra el paciente, pues considera que sería muy complicado justificar su presencia en el lugar. Sin embargo, la adolescente sigue empeñada en ir a ver cómo sigue su padre.
Haciendo oídos sordos a los consejos de su madre, la adolescente llega a la clínica. Llora, amargamente, sobre el regazo de su progenitor y le ruega que se despierte. Nedret entra en ese momento y se queda impactada al ver el sufrimiento de la niña, pues es muy extraño que esté tan angustiada por una persona que, presuntamente, acaba de conocer.
Cemal despierta en el hospital
Antes de que Nedret pueda decir una palabra, Helin entra en la habitación. En ese momento, Cemal abre los ojos y toda atención se dirige hacia él. ¡Por fin ha despertado! Una enfermera entra para medir la presión del paciente y asegurarse que el proceso de recuperación vaya por un buen camino. Mientras, Nedret no deja de observar a Nergis, que sigue con le rostro enrojecido de tanto llorar.
Nedret sale de la habitación y recuerda como hace siete años Cemal le confesó que era un hombre casado y tenía dos hijos. «Voy a dejar a Helin para regresar con ellos», le dijo él en su momento. Nedret le rogó que no abandonara a su hija, pues estaba embarazada: «Se quitará la vida si decides separarte de ella». De golpe y porrazo, la mujer entiende que Asiye, Nergis y Ugur, son la familia que Cemal dejó para seguir al lado de Helin por obligación.
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