‘El paraíso de las señoras’, avance del capítulo 7 de la temporada 2: Sin miedo a nada

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        En los capítulos de la semana pasada de El paraíso de las señoras descubrimos que la exesposa de Pietro, llega a Milán, acompañada de su nuevo esposo, un actor reconocido de nombre Frank, con tenebrosas intenciones. En el capítulo 7 de la temporada 2 de hoy miércoles en El paraíso de las señoras, Pietro besa a Teresa ante los empleados. Vittorio y Rose los observan desde la lejanía, visiblemente decepcionados. Después, Frank y Rose cenan con Rockefeller, quien cree que el proyecto Ladie’s Paradise está condenado al fracaso y quiere confiarle su nuevo centro comercial a Rose. Cuando se quedan a solas, esta última debe hacer frente a los reproches de su marido, quien se ha dado cuenta de que su esposa todavía está interesada en Pietro.

        Por otro lado, Quinto regala entradas a Letizia para ir juntos al estreno de Aída en el Teatro alla Scala, mientras Clara, cada vez más fascinada por Corrado, le presta un traje de su difunto padre. Además, está última tiene problemas con su estricta madre, quien, con su comportamiento hostil, induce a las chicas subarrendadas a marcharse una tras otra, mientras ella hace de todo para tratar de solucionar los problemas económicos de la familia.

        Marisa le exige a su hija que defienda la memoria de su padre

        Una tarde Teresa logra convencer a la condesa Torriani para que conduzca su viejo coche, al que ella y su marido le tenían mucho cariño y al que llamaban Berta. Al día siguiente, durante un cambio de ropa, Teresa ve un tatuaje numerado en el brazo izquierdo de la condesa, La mujer le narra un terrible suceso de su pasado; en 1943 alguien la denunció, fue detenida y llevada al campo de concentración de Auschwitz, donde conoció a una mujer del coronel de las SS, que quería aprender a conducir, y por suerte era una de las pocas presas que sabía hacerlo. Después de esa pesadilla, decidió no volver acoger un coche nunca más.

        Lejos de allí, Vittoriorecibe la visita de Rose, quien le pregunta en vano por qué dejó de trabajar para Pietro justo cuando este último se encontraba en dificultades. La mujer le ofrece tomar el almacén como cliente de su agencia y promocionarlo. Entretanto, durante la presentación del Lancia Appia, Teresa revela a Andreina el dramático pasado de la condesa Torriani. Andreina se enfada con su madre por haberle ocultado este asunto, pero Marisa se limita a responder que su tarea es defender la memoria de su padre que murió a causa de Pietro.


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