José Lamuño: «Llevaba mucho deseando trabajar en ‘Amar es para siempre'»

A la edad de 21 años, Jose Lamuño dejó su Oviedo natal y se mudo a Madrid con un objetivo en mente: convertirse en actor y poder vivir de esta profesión. Con una libreta llena de contactos, fue llamando a la puerta de varias productoras y muchas de ellas se fueron abriendo. A día de hoy, con quince años de carrera a sus espaldas, el actor afronta el reto de interpretar a Fito en Amar es para siempre, la serie diaria en emisión más longeva en España, con la misma tenacidad y pasión que siempre pone en sus proyectos.

  • ¿Cómo ha sido tu aterrizaje en ‘Amar es para siempre’ ?

        Estoy muy contento. Amar para siemprees una serie que está, perfectamente, engrasada y el público está muy acostumbrado a ver llegar nuevos personajes. Tiene una gran calidad. Todos sus años en antena lo avalan y, además, es muy valiente, porque trata temas que pueden ser más controvertidos. Es una serie que crea sentimiento social y permite al lector plantearse muchas preguntas. Llevaba muchos años deseando trabajar en esta serie.

        Todo el mundo es muy generoso en el equipo y siempre te tienden la mano, en el momento en que necesitas cualquier cosa. Me siento muy arropado por parte de mis compañeros, porque todos ellos saben lo duro que es hacer una serie diaria.

        • Fito llega a ‘Amar es para siempre’ para poner patas arriba la vida de Lorenzo, personaje interpretado por Andoni Ferreño.

          Así es. Fito tiene una historia muy dura detrás. Su padre, al descubrir su homosexualidad, cortó la relación con él y el fútbol ha sido su hogar desde entonces. Tiene una doble vida, porque, de cara al público, intenta que no se sepa orientación sexual. Desgraciadamente, a día de hoy, hay muchas personas homosexuales que, por miedo al rechazo en cualquier faceta de su vida, tratan de ocultar sus sentimientos. Creo que queda bastante por avanzar como sociedad.

          • ¿Qué es lo que más te gustando de tu personaje?

            Me gusta mucho el conflicto que tiene entre su vida pública y su vida personal. Creo que tiene mucha evolución y, poco a poco, el espectador será testigo de esto. Es bastante transparente y tiene una gran capacidad de superación, sobre todo, a lo que sus miedos se refiere, como, por ejemplo, el hecho de manifestar sus sentimientos sin temor a nada. Además, se va a replantear según pasen los capítulos todo lo que hasta tenía muy arraigado, cuando se vea la tesitura de tener que elegir entre varias opciones. Creo que va a ayudar a mucha gente y que va a ser un personaje muy rico.

            • ¿Y lo más complicado de darle vida?

                  Creo que acomodarme al ritmo de trabajar en una serie diaria, que es muy rápido, porque me gustaría tener más tiempo para profundizar en ciertos sentimientos del personaje y ciertas situaciones que le van pasando. Pienso que todos nos quedamos con la espinita de haber podido tratar algún que otro tema más a fondo y haberle dado más peso.

                  • Aún así, esta no es la primera serie diaria que has hecho. Por ejemplo, es muy recordado tu personaje de Álvaro Soler en ‘Servir y Proteger’ ¿Qué te parece la decisión de cancelar la ficción?

                        Pues me ha dado mucha pena, porque me sentí muy querido por el público mientras estaba dando vida a Álvaro Soler. Siento tristeza, porque Servir y Proteger es una serie muy valiente, pionera e innovadora en cuanto a las series diarias, por la carga de acción que tenía. Además, de las secuencias de tiros, persecuciones, etc.

                        Pero bueno, lo cierto es que en esta profesión todo tiene un principio y un final. Así que, solo puedo decir que viva Servir y Proteger por haber contado historias tan bonitas durante tanto tiempo, haber dado trabajo a tantos compañeros y haber entretenido al espectador cada tarde.

                        • El fin de esta serie es un ejemplo de lo cambiante que puede ser esta profesión ¿Has sufrido muchos altibajos durante tu carrera debido a esta inestabilidad?

                          Si. Llevo quince años trabajando de actor y pensando que algún día me acostumbraré a esta inestabilidad, pero no te acostumbras (risas). Sin embargo, igual que mi madre, opino que los actores estamos hechos de otra pasta y nuestra vocación nos hace levantarnos cada vez que nos caemos, y tratar de prepararnos lo mejor que podamos para cuando llegue la siguiente oportunidad. Hay muchos chascos, decepciones y negativas, pero siempre hay que seguir batallando para dar la mejor versión de nosotros mismos.

                          Lo más importante en estas situaciones es tener a tu lado una familia que te apoye, un círculo de amigos que te comprenda y que te arrope en los momentos complicados. Con esto y teniendo claro que el objetivo final de un actor es vivir de esto toda la vida, con sus altos y sus bajos, es más fácil de llevar las épocas de parón.

                          • ¿Te arrepientes de algo en tu carrera?

                            No, porque recuerdo con mucho cariño todos los proyectos que me han llevado hasta donde estoy hoy. He disfrutado todos lo que he hecho, y de ellos he sacado cosas buenas y cosas malas de las que he aprendido. Soy un poco la consecuencia de todos estos personajes.

                            • ¿Qué caminos habrías tomado si no te hubieras decantado por la interpretación?

                              Nunca me lo he planteado, porque supe que quería ser actor y sabía que iba a vivir de esto. Eso sí, como bien has dicho antes, no siempre es oro todo lo que reluce y la profesión es cambiante. Hay épocas muy duras donde tienes que plantearte trabajar de otras cosas para poder sobrevivir y pagarte tus estudios de interpretación. Yo he sido desde camarero, hasta bedel de un colegio. He vendido robots de cocina, pisos de lujo, etc. Entonces, si es verdad que he tenido empleos, paralelos a la actuación, que los he visto como algo temporal para salir adelante.

                              • ¿Veremos pronto nuevos proyecto?

                                Ahora mismo estoy centrado, plenamente, en Amar es para siempre. Sin embargo, si me planteo un proyecto, que cuando tenga que salir, saldrá, que es el de escribir mis vivencias personales. Yo salí de casa con 16 años, ahora tengo 36 y he vivido experiencias de todo tipo. Me gustaría poder contar todo aquello y, también, como es un poco la profesión desde dentro, cuando la gente piensa que tienes mucho éxito, pero, en verdad, puedes estar pasándolo mal. Quisiera darle forma a algo así y ver qué sale.

                                Fuente: Leer Artículo Completo