‘La tempestad’, resumen de los capítulos 91 al 98 de esta semana: El arte de la manipulación

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                                El pasado mes de enero arrancó la reemisión de la telenovela La tempestad en Divinity. En los capítulos de la semana pasada vimos cómo Marina y Damián decidieron luchar por su amor, mientras que Beatriz sufrió una embolia y Ernesto se preparó para reaparecer ante sus enemigos. En los capítulos 91 al 98 de esta semana en La tempestad, sorprendentemente, Esthercita le concedió el divorcio a Fabré, pero su cambio de actitud ocultaba una doble intención que solo ella y Fulgencio sabían a ciencia cierta. Mientras tanto, Lázaro y Lucía se desahogaron cada uno por su parte, después de su ruptura, y dieron su versión de lo que había sucedido a sus queridos confidentes. Lázaro, por su parte, trató de hacer lo posible para recuperar el amor y la confianza de su mujer, pero ella no estaba por la labor de perdonarle.

                                Por otro lado, el tira y afloja entre Rebeca y José se fue de las manos. Este último comenzó a cansarse de los juegos de su amiga, quien no dio el paso de confesarle lo que, realmente, sentía por él. Mientras tanto, Delfina compartió con Marina sus temores sobre los planes de Esthercita y las consecuencias que esto podría tener para el pequeño Michelle.

                                Ernesto ya casi estaba listo para volver a la acción

                                Lejos de allí, Úrsula se ganó la confianza de Hernán contándole los planes que su tío tenía para él. Al mismo tiempo, a Magdalena comenzó a ablandársele el corazón y sopesó perdonar a Mercedes por sus mentiras. Algo que la mujer deseaba con toda su alma ¿Logrará ser feliz en algún momento al lado de sus dos queridas hijas?

                                Pasados los días, y presionado por la marcha de Esthercita, Damián no tuvo más remedio que aceptar sus condiciones, para no perder a su hijo, aunque esto supusiera tener que perder a Marina y echar por tierra el futuro que había ideado al lado de su amada. Mientras tanto, Ernesto ya casi estaba listo para volver a la acción. En la capital, Mercedes se sinceró con Magdalena y le contó lo que sentía ante el rechazo de sus dos hijas.


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