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¡Por fin sabemos cómo es el interior de la casa de Noemí Salazar! La estrella del mítico reality show ‘Los gipsy kings’ se ha embarcado en una nueva aventura: su canal de mtmad ‘Brillando con luz’. Y como todos esperábamos, en su primer vídeo no ha defraudado y ha dado a sus seguidores el vídeo, que según ha reconocido la propia protagonista, «más le habían pedido en estos últimos años«.
En este sentido, Noemí, que volverá a ser madre, nos ha abierto las puertas de su casa para hacernos un tour por cada rincón de su casa de ensueño acompañada de dos invitados especiales: su marido, Antón, y su hija, Noemí.
Lo primero que vemos en su casa es una gran cocina con una isla «muy grande» de mármol con un fantástico grifo dorado y ha desvelado que esta elección de modificar la cocina «le costó» una pelea con su marido porque él no estaba dispuesto a «meterse en obras» nada más llegar a la casa nueva.
Lo siguiente que nos ha enseñado es el l comedor con sus buenas lámparas de grandes plumas rosas y una mesa con sus sillas bañadas en oro: «Esta parte es la que ha retrasado el house tour porque me ha costado la vida encontrar todo esto», ha confesado.
Después nos ha llevado hasta su salón, el sitio donde «más tiempo pasan». Aquí ha mostrado su gigante televisión con luces led, su sofá rosa y su chimenea eléctrica, que tenía muy claro que quería una en su nueva casa. «Como veis, me gustan las cosas llamativas», expresaba la amiga de Alba Carrillo, integrante de las pijitanas y compañera de viaje.
Noemí Salazar nos enseñado su enorme jardín con su piscina: «Fue una obra gorda, lo más que me costó de la casa», señalaba. Además, nos ha mostrado su despacho, donde hace todos sus trabajos como influencer.
En una segunda parte, la pijitana nos llevaba a su segunda planta de la casa formada por su habitación de matrimonio con terraza propia, la habitación de su hija Noemi y la futura habitación de su hijo. Además, la familia Salazar cuenta con una tercera planta con una gran azotea y una zona de solarium.
Y cuando pensábamos que ya no habían más plantas, Noemí nos ha sorprendido con una más: un sótano con la sala de juegos de su hija, otro salón comedor, un vestidor y la lavandería. ¡Madre mía Noemí, que casoplón!
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