Qué va a pasar en el capítulo 10 de ‘Secretos de Familia’

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        Engin ingresa en prisión después de que se haya confirmado que él es el asesino de Inçi en el capítulo 9 de Secretos de Familia. Ya en la cárcel, se rapa el pelo, como símbolo del fin de su etapa en libertad. Desde la televisión del comedor que hay en la cárcel, mira con detenimiento una entrevista concedida con sus padres en la que ambos reniegan de él y le tachan de asesino. «Pagará por todo el mal que ha hecho», dice Yekta sin consideración.

        La furia invade a Engin, que, al día siguiente, contacta con Seda, su tía y, ahora, su nueva abogada de Secretos de familia. «Quiero que seas mis manos y mis ojos fuera de esta cárcel. Con tu ayuda, hundiré a todos lo que colaboraron para encerrarme», sentencia el preso.

        Las dos primeras víctimas son sus padres. Por órdenes de Engin, Seda los cita en un restaurante y entrega a Yekta una copia del que fuero su título de abogado. «He descubierto que es falso y que llevas años ejerciendo sin haber terminado la carrera. Ya tendrás noticias nuestras», dice a modo de amenaza ante una desconcertada Laçin.

        Por otro lado, Merdan, el padre de Metin, se presenta en casa. Sin que él lo supiera, lleva tiempo siguiéndole y está al tanto del asesinato cometido por Çinar. Veladamente, le exige quedarse a vivir con ellos en su casa a cambio de mantener la boca cerrada: «Ya estoy viejo y quiero pasar el tiempo que me queda con mi familia». A Metin no le queda más remedio que acepta, más aún cuando su padre le miente asegurando que fue él la persona que se llevó el cadáver de Zafer. Horas más tarde, Ilgaz llega a su casa y se enfada al ver a su abuelo, con quien no tiene buena relación y le ruega a su padre que le eche del apartamento, pero este se niega, sin darle motivos.

        Al día siguiente, Ilgaz interroga a Pars y le pregunta por qué fue tan permisivo con Yekta durante el proceso de instrucción por el asesinato de Inçi: «Si no quieres que piense que te pagó, dime la verdad». Al fiscal no le queda más remedio que confesarle que padece epilepsia e ictericia, dos dolencias que podrían apartarle de su trabajo. «Yekta lo supo, me ayudó a ocultar el informe médico y me lo cobró a base de favores», explica Pars.

        Osman regresa a casa y se topa con le rechazo de Parla

        Ilgaz está dispuesto a callar lo que acaba de descubrir acerca de su compañero de profesión, pero Ceylín no, pues quiere hacer pagar a todos aquellos que, de una forma u otra, obstruyeron la investigación de la muerte de su hermana. Así pues, habla con el fiscal jefe. Cuando Pars se entera, jura a la abogada que no la dejará en paz.

        Ilgaz, por su parte, se muestra muy decepcionado con Ceylín, pues ahora es consciente de hasta donde está dispuesta a llegar por lo que ella cree que es justo. Unos límites que él no traspasaría jamás. La situación empeora cuando el fiscal se entera de que la abogada estuvo abusando de su confianza y usó la amistad que todavía les une para hacerse con los casos que más dinero podrían reportarle. Ella trata de explicarle que lo hizo llevaba por la necesidad: «Vivo en mi despacho, mi familia no me habla y no puedo ni calentar el piso», sentencia.

        Por otro lado, Osman regresa a la casa familiar y no es muy bien recibido por Parla, que no entiende cómo su madre fue capaz de perdonar la traición de su padre. La adolescente, loca de la rabia, comienza a gritar que su Osman es un hombre infiel. «Tú habrás logrado olvidar lo que te hizo, pero yo no puedo», dice la muchacha.

        Tiempo después, Aylín llega hasta el muelle y pregunta a un compañero pescador de su progenitor si sabe algo acerca del barco en el que este zarpó. El marinero le asegura que Zafer no llegó a echarse a la mar y que no tiene ni idea de donde puede encontrarse ahora. Mientras tanto, Gül llega al piso de Ceylín y le pide perdón por haberla tratado tan mal: «Tenías razón. Ese Engin fue quien me arrebató a mi pequeña». Luego se funden en un bonito abrazo.

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