‘Tierra amarga’, resumen de los últimos capítulos del 5 al 9 de septiembre

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        La semana pasada en Tierra amarga la policía empezó a considerar sospechoso a Demir de la desaparición de Sevda, mientras que Fikret comenzó a acercarse a él y Fekeli entró en prisión. En los capítulos 102 al 104 de esta semana en Tierra amarga, tras ser detenido por el supuesto asesinato de Sevda, Demir se escapó de prisión y llegó hasta su mansión, donde encontró refugio. Sin embargo, su tranquilidad se vino abajo cuando, horas más tarde, la finca fue atacada por unos encapuchados que comenzaron a disparar a sus habitantes. Muchos de ellos terminaron heridos, incluida la pequeña Üzüm, que recibió un tiro.

        Saniye y Gaffur, desesperados, se llevaron a la pequeña al hospital, donde fue operada a vida o muerte. Por fortuna, los doctores lograron salvarle la vida a la pequeña y con el paso de las horas, terminó recuperando la consciencia. “Pronto podremos darle el alta, no tienen de qué preocuparse”, comentaron los médicos. Por su parte, Cümali fingía preocupación por el estado de su hija, aunque, en verdad, poco le importaba.

        Mientras, Züleyha se asustó al descubrir que Demir había desaparecido tras el tiroteo. «¿Y si se lo han llevado los bandidos?», le pregunta a Fikret, que también estabaintranquilo al no tener noticias de su hermano.

        Fekeli logró que el fiscal le permita salir de prisión

        Fekeli, por su parte, le pidió al fiscal un permiso para salir de prisión y averiguar qué estaba pasando: «Soy un hombre de palabra y, cuando esto se aclare, le juro que regresaré a la cárcel para cumplir con mi condena». Ninguno lo sabía, pero los atacantes eran los secuaces de Erkan Gümüsoglü, el hombre que fue arrollado por Fekeli en el accidente y enemigo declarado de Demir. Sus fieles empleados, en venganza por su muerte, asaltaron la finca.

        Lejos de allí, Hakan, el hermano de Erkan, recibió la noticia, por boca de su socio Kadir, de la muerte de su querido hermano: “Le hemos perdido por culpa de un hombre que le atropelló. Lo siento muchísimo” Destrozado, viajó hasta Çukurova y visitó la tumba donde había sido enterrado Erkan.

        Ante su lápida, juró vengarse de quienes le arrebataron la vida y, también, seguir adelante con su revancha contra los Yaman, pero sin sangre: “Ya compré parte de las acciones de su compañía, ahora los arruinaré”. No obstante, Kadir pensaba seguir usando la violencia y la fuerza bruta a espaldas de su socio.


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