- Las mejores posturas y hábitos para quedarte embarazada
- Cómo calcular los días fértiles para quedarte embarazada
- Test de ovulación: cómo funcionan y cuál es el mejor
Adriana Abenia es de esas mujeres que en cuanto entran en una sala, la llenan. Será por su sonrisa permanente, por su buen humor o por ese buen rollo que desprende por donde pasa. Adriana es una de las presentadoras más queridas, pero además es súper buena tía. Ahora presenta en Telemadrid ‘Callejeando’, pero tiene un proyecto entre manos que promete, y no es un segundo bebé. «Sergio no quiere», dice entre risas. Tras pasar hace casi un año por las páginas de Diez Minutos con una entrevista, como siempre, de lo más sincera, ahora hemos vuelto a hablar con ella para que nos ponga al día.
Cuéntame Adriana, estás volcadísima con ‘Callejeando’, en Telemadrid.
Lo cierto es que está siendo un programa maravilloso, porque al igual que cuando eres madre redescubres el mundo a través de los ojos de los niños, aquí me está pasando igual. Estoy redescubriendo Madrid: sus rincones, su cielo, sus tejados… Porque cuando vives en una ciudad no te percatas de lo bonita que es.
¿Qué es lo que más te gusta del programa?
Es un programa complicado de grabar porque lo hacemos en la calle, y hacía un frío cuando lo grabamos… Producción tuvo que comprarnos parches térmicos y todo. Pero el equipo es maravilloso aunque parezca un chiste, porque son andaluces, yo maña y hacemos un programa para Telemadrid (risas). Es una cosa loca, pero el resultado es espectacular.
¿En nada te vamos a ver en la tele nacional?
Es posible porque proyectos no faltan y hay una cosita por ahí que puede que salga. Pero yo no le cuento los proyectos ni a mi madre antes de que salgan porque puede pasar de todo. La tele es muy caprichosa (risas).
¿Te apetece la televisión nacional?
Sí, el año pasado estuve copresentando un programa en Antena 3, ‘Mundo brasero’, y en esta ocasión hay un proyecto chulo, pero vamos a ver qué pasa.
¿Has dicho a muchas cosas que no?
Es que hay que hacerlo, porque cuando dices a todo que sí, en realidad te estás diciendo a ti misma que no. Decir que no me ha llevado a muchos más lugares que decir que sí. Es cierto que cuando estás empezando decir que sí hace que te posiciones, pero más adelante es cuando hay que decir que no para que te valoren. Si no te valoras tú nadie lo va a hacer por ti.
¿Aunque haya que renunciar a horas de pantalla?
Sí. Cuando fui mamá, por ejemplo, sabía que estar implicaba renuncias, pero es que yo quería estar. Fue algo planificado con mi pareja. Durante muchos años nos han vendido que las mujeres tenemos que llegar a todo y la conciliación es fantasía. Cuando quieres llegar a todo, al final no llegas a nada. Es imposible. No somos ‘superwoman’ ni creo que debamos serlo. Esto es una falacia, así que intento depositar todo mi amor y cariño en todo lo que hago pero sin intentar llegar a todo. Si algo no puedo hacerlo, lo digo y punto.
¿Tú estás súper volcada en Luna?
Sí, totalmente. Luna ha tenido la suerte de no tener que ir a la guardería y salvo ocasiones contadas, su padre o yo nos hemos ocupado de ella. Me gusta estar en su día a día. Eso de que los bebés pasen 8 o 10 horas separados de sus padres es algo relativamente nuevo. Luego dicen que están consentidos porque tienen de todo, pero creo que realmente no tienen lo que quieren, que es estar con sus padres.
¿Cuál es tu plan perfecto con Luna?
Todos. Mi hija amplifica las sensaciones de todo lo que hago. Un día en el parque de atracciones, en la playa, comer, ver una peli abrazadas…
No me dirás que no hay días que no acabas hasta el moño.
Por supuesto. La maternidad está muy edulcorada, sobrevalorada. Yo antes hacía y deshacía sin decir absolutamente nada a nadie. Lógicamente es una niña y tiene sus rabietas y sus rarezas y, sobre todo, al principio, el no dormir y el mal comer… Yo nunca he estado más cerca del divorcio con Sergio. Pero por otro lado ese amor que te da un hijo no se puede describir con palabras. Yo necesitaba sentir todas esas sensaciones que me describían, que algunas son verdad y otras no. Y desmitificar lo que es ser madre. Las primeras veces de todo… Me está gustando mucho, aunque a veces desaparecería de casa (risas).
¿Compartes todo eso con Sergio?
Sí, sí, porque de otra manera no lo habría hecho. Antes eran otros tiempos, los padres estaban más ausentes o no se decía «te quiero» o se daba un abrazo, pero yo no quería eso. Todo eso sirve para aprender. Y en ese sentido, Sergio sí está.
Luna será la niña de sus ojos…
Cuando estaba embarazada le dije: ‘¡Acuérdate de que yo siempre tengo que ser la primera!’. E imagínate, ahora ya no sé si soy la segunda, la tercera… (risas).
¿Qué es lo que te sigue gustando de Sergio tras más de veinte años juntos?
Su honestidad, que puedo confiar en él. Eso me da una paz y una tranquilidad que es muy importante para mí porque en el mundo en el que me manejo tienes que poder llegar a casa y confiar en alguien, es fundamental. Yo lo he hablado con él, que podría ser que alguna vez alguno de los dos se enamorara de otra persona, pero sé que si eso pasara, me lo diría, y yo también lo haría con él. Y eso hace que esté tranquila. No somos ninguno de los dos celosos. Imagínate con mi profesión, si lo fuéramos sería difícil.
¿Cuántas veces te han tirado los tejos?
(Risas) Unas cuantas, pero no sé si es a mí o a mi personaje. Aun así te diré que yo no soy nada sexual. Yo no me veo siendo infiel por sexo, tendría que enamorarme. Y si eso pasara se lo diría a Sergio porque él es también mi mejor amigo.
¿Perdonarías una infidelidad?
Si esa persona me lo cuenta podría llegar a perdonarlo pero si yo me entero, sin que me lo cuenten, sería una brecha en la confianza insalvable. No acepto la mentira, otras cosas sí, porque somos humanos e imperfectos. Intentar ser perfecto es aburridísimo.
Tú siempre has estado súper buena.
Uy, yo también tengo mis taras, celulitis, oscilo de peso… No soy perfecta y eso me gusta. He aprendido a querer cada rincón de mi cuerpo que me permite abrazar, jugar con mi hija, tirarme al suelo…
Además, tienes muy buen coco.
Eso es lo principal porque una cosa sin la otra, ¿de qué te sirve? Si no lo tuviera yo no podría lidiar por ejemplo con muchos fracasos y muchos éxitos.
¿Cómo te cuidas?
He tenido una gran suerte porque no bebo alcohol, no fumo y no me he drogado en la vida. Intento descansar, ser feliz y tener una actitud positiva. Pero ojo, permitiéndonos estar también en la mierda.
¿Te han dado muchas patadas en esta profesión?
Los principios de ‘Sálvame’ fueron muy duros, pero lo que soy ahora es producto de todo lo que he vivido. Así que no los deshecho, al contrario, me han forjado una personalidad y una manera de ser que me gusta.
¿Cómo ves el final de ‘Sálvame’?
La televisión son ciclos. Han durado muchísimo, han tenido mucha suerte, pero los programas se desgastan y la audiencia es caprichosa y ese momento llegaría.
-¿Te ves ocupando ese hueco con Risto Mejide?
(Risas) Es una opción. Voy a escribirle un whatsapp. A mí Risto siempre me ha tratado increíble. Le adoro.
Eres súper activa en redes, ¿cómo llevas las críticas?
Teniendo en cuenta que las críticas tienen más que ver con quien las emite que con los que las reciben, las llevo muy bien (risas). Antes me importaban más, ahora me río. Las opiniones son como los culos, cada uno tiene el suyo.
Para terminar, pide un deseo.
Que nos juntemos muchas veces más.
Su belleza, al descubierto
Nada más levantarme… Me tomo Eutirox 112 porque no tengo tiroides. (Risas)
Antes de acostarme… Me lavo los dientes y me aplico una crema en cara, pecho y manos.
Mi secreto inconfesable de belleza. El uso indiscriminado de Karité con aceite de rosa mosqueta, que me salvó de tener estrías en el embarazo. Es lo mejor para hidratar.
¿Ducha o baño? Siempre ducha. Tengo una mente muy verde, soy muy de reciclar.
Mi lugar secreto donde desconectar… En el centro de Madrid, un rincón plagado de flores de jazmín, con una biblioteca, donde te puedes tomar un café. Allí voy muchas veces.
Siempre huelo a… Hasta ahora usaba Narciso Rodríguez, pero ahora uso otra que no voy a decir porque a todo el mundo le fascina y no quiero que huelan como yo (risas)
Iluminador Touche Éclat
Máscara de pestañas Volume Effet Faux Cils
Base de maquillaje Touch Éclat Le Teint
Labial mate Rouge Pur Couture The Slim
Sombra de ojos efecto satinado de Satin Crush Mono
Cita con…
Quedamos con Adriana Abenia a primera hora de la mañana. Llegó tras dejar a su niña en el cole, sin una gota de maquillaje y con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba radiante. Aun así, un poco de maqui y pelu y ¡a trabajar! Las fotos salieron rápido. Posa fantásticamente bien y el resultado está ante vosotros. ¡Gracias, Adri!
Ayudante de fotografía: Idoia Vitas | Estilismo: María Álvarez | Peluquería y maquillaje: Pablo Cerdán
Fuente: Leer Artículo Completo