El libro de memorias del príncipe Harry, En la sombra, aborda con todo lujo de detalles muchos de los momentos más significativos del príncipe Harry, de la muerte de su madre a la boda de su hermano William o el fallecimiento de Isabel II. Por eso no podía faltar cómo fue su primer encuentro con Camilla. Y de cálido y cariñoso tuvo poco.
El duque de Sussex cuenta en sus memorias editadas por Plaza y Janés que aunque de pequeños su hermano y él no entendían qué les pasaba a Carlos y a Diana, sí que intuían la presencia de la Otra Mujer, las dos palabras que utiliza para referirse a Camilla, porque sufrían sus efectos secundarios. Mientras que William sospechaba de ella y se atormentaba por ello, Harry era demasiado pequeño, aunque notaba la ausencia de amor en su casa.
Por eso la muerte de Lady Di allanó el camino para la llegada oficial de Camilla. «Verla no era suficiente: mi padre quería hacer partícipe a la opinión pública, actuar con luz y taquígrafos. Y el primer paso en esa dirección era ganarse a ‘los niños'», escribe Harry.
«Primero le tocó a Willy. Le llegó a Eton una invitación formal para acudir a un encuentro íntimo, con toda la carne en el asador. En Highgrove, creo. Más tarde supe por él que la reunión había ido bien, aunque no entró en detalles. Se limitó a transmitirme la impresión de que la Otra Mujer, Camilla, había hecho un esfuerzo, cosa que le parecía de agradecer; eso es todo lo que quiso contarme», desvela Harry.
«A continuación llegó mi turno. Me dije: «No pasa nada, es como ponerse una inyección. Cierra los ojos y no te darás ni cuenta». Tengo un vago recuerdo de ver a Camila tan calmada (o aburrida) como yo. A ninguno de los dos nos preocupaba demasiado la opinión del otro. Ella no era mi madre y yo no era su mayor obstáculo. En otras palabras, no era el Heredero. Aquella escena conmigo era una pura formalidad. Me pregunto qué tema de conversación encontramos. Los caballos, probablemente. A Camila le encantaban y yo sabía montar. No se me ocurre sobre qué otra materia pudimos charlar».
Después de ambas citas, cuando su padre les preguntó qué pensaban de ella. Harry dice que ambos hijos estaban de acuerdo en perdonarla si hacía feliz a su padre. «Willy y yo prometimos a nuestro padre que daríamos la bienvenida a la familia a Camila. Lo único que pedíamos a cambio era que no se casase con ella. ‘No necesitas contraer segundas nupcias’, le rogamos», cuenta Harry.
Pero, según su versión de los hechos, ella no perdió el tiempo y poco después de esos encuentros dio comienzo a su estrategia a largo plazo, una campaña dirigida al matrimonio y, con el tiempo, a la Corona.
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