Lady Di siempre ha sido un referente de estilo para Kate Middleton y Meghan Markle desde que entraron a formar parte de la familia real británica. Diana de Gales a menudo destacó por romper las reglas y apuntarse a las últimas tendencias, pero también cabe destacar de ella que sabía interpretar a la perfección el protocolo real cuando la ocasión lo requería. Como ocurrió en los funerales de Estado a los que ella asistió.
Uno de los más recordados fue el de la princesa Grace de Mónaco, que falleció en septiembre de 1982 en un accidente de tráfico. Su funeral hizo que Lady Di se desplazara a Mónaco para rendir tributo a una mujer que había devuelto al Principado el glamour y la popularidad y cuya vida terminó guardando grandes paralelismos con la de Lady Di.
En aquella ocasión, la princesa Diana cumplió con el protocolo establecido, luciendo un vestido negro de manga larga con un collar de brillantes y perlas y un sombrero de ala corta con velo de rejilla que ha inspirado a Kate Middleton y Meghan Markle en el acto más importante previo al funeral de Estado de Isabel II.
La indumentaria con la que Lady Di acudió al funeral de Grace Kelly sirvió de inspiración para la nueva princesa de Gales y la duquesa de Sussex. Ambas combinaron sendos abrigos negros (Kate, un diseño entallado de Catherine Walker, y Meghan, un diseño de Givenchy) con dos tocados con velo de redecilla y joyas de perlas.
Mientras que Kate Middleton optó por un tocado tipo casquete, del estilo de los que popularizó Jackie Kennedy a finales de los 50 y principios de los 60, Meghan recurrió a un tocado de estilo boina, de la firma Stephen Jones, que estrenó para la ocasión.
Meghan y Kate no fueron las únicas que lucieron el velo de rejilla. Durante el fin de semana, los nietos de Isabel II le rindieron homenaje en un solemne acto en el que Zara Tindall y la princesa Eugenia también apostaron por tocados con rejilla.
El funeral por Grace Kelly no fue la única ocasión en la que Lady Di convirtió el velo de rejilla en su accesorio más destacado. También lo lució en 1991, cuando acudió al entierro de su amigo, el marchante de arte británico Andrew Ward-Jackson, en Londres. Un accesorio con el que Lady Di actualizó la tradición de la monarquía de acudir con velo a los funerales, tal y como pudimos ver a Isabel II en el entierro de su padre, Jorge VI.
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