El único viaje que Isabel II de Inglaterra realizó a España

El único viaje que Isabel II de Inglaterra realizó a España

Aunque Isabel II de Inglaterra tuvo una intensa agenda durante sus 70 años de reinado que la llevó a recorrer un buen número de países, la monarca solo viajó a España en una ocasión, en 1988. Podían haber sido muchas más las veces, pues Isabel II era prima lejana del rey Juan Carlos mientras que Felipe de Edimburgo era tío segundo de la reina Sofía, y ambos habían nacido en Grecia.

Fue en octubre de 1988 cuando la reina Isabel II, acompañada de su marido aterrizó en Madrid con el fin de recorrer algunas de las ciudades del país, de Barcelona a Sevilla pasando por Mallorca, reunirse con el rey Juan Carlos I y despachar con el entonces presidente del gobierno, Felipe González.

La reina se alojó durante su estancia en Madrid en el Palacio Real de El Pardo y fue tratada con todos los honores. En la hemeroteca queda su total look en blanco para la cena que el rey ofreció en su honor en su primera noche en Madrid, con un vestido blanco con bordados en el cuerpo y mangas de gasa, luciendo la tiara de las chicas de Gran Bretaña e Irlanda.


Isabel II exprimió al máximo sus días en Madrid y además de reunirse con las altas autoridades del Estado, tuvo oportunidad de visitar el Museo del Prado y también ofreció una cena en El Pardo en la que cuidó hasta el último detalle, incluida la vajilla que había hecho traer expresamente desde Reino Unido.

Desde Madrid, Isabel II viajó a Sevilla y, por supuesto, no dejó de hacer algunas de las cosas típicas que hace cualquier turista en la capital andaluza, como acudir a un espectáculo de flamenco en el Real Alcázar de Sevilla.

La monarca también hizo parada en Barcelona, siempre acompañada por la reina Sofía y el rey Juan Carlos, y allí se reunión con Jordi Pujol y Pasqual Maragall. Cuentan las crónicas de aquel viaje que ambos, entusiasmados con las preparaciones de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, le regalaron varias camisetas de Cobi para que Isabel II se las diera a sus nietos.

La reina también tuvo oportunidad de visitar el Museo Picasso y ofreció una recepción en el yate Britannia, atracado en el puerto de Barcelona. Y es que en este intenso periplo Isabel II se reservó dos días para disfrutar de Mallorca sin compromisos oficiales, alojada en su yate y quién sabe si bañándose en el Mediterráneo sin el escrutinio de las cámaras.

Un encuentro que no volvería a repetirse, y es que a pesar de los lazos familiares, la relación entre la casa real española y la británica ha vivido momentos de tensión. Don Juan Carlos y doña Sofía no acudieron a la boda de Lady Di y el príncipe Carlos porque la pareja real tenía programado visitar el Peñón de Gibraltar y emprender su luna de miel a bordo del yate Britannia desde allí.

Las relaciones se normalizaron poco después, y Diana y Carlos pasaron varios veranos en Marivent. La tensión volvió a surgir en 2012, durante las celebraciones de los 60 años de Isabel II en el trono. El príncipe Eduardo y su esposa Sophie visitaron Gibraltar para celebrarlo, y la reina Sofía, en respuesta, no acudió a aquel Jubileo.

En los últimos años las agua vuelven a estar tranquilas entre ambas familias. Tanto es así que el rey Felipe recibió en 2019 la Orden de la Jarretera, la más alta distinción del Imperio Británico, y fue recibido en Londres por la reina Isabel II.




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