Al rastrear los looks más inspiradores del street style hay nombres que se repiten una y otra vez en los resultados de buscadores. Gigi Hadid es uno de ellos. La modelo siempre sorprende con sus conjuntos y, si su hermana, Bella Hadid, es clara representante de la estética weird girl con guiños Y2K propios de la generación Z, ella lo es del estilo millennial más moderno.
Si algo queda claro al repasar sus estilismos es su devoción por los petos vaqueros y los monos. Gigi Hadid los ha llevado en todas sus versiones, pero ha sido el último que nos ha enseñado el que más ha llamado la atención por desmarcarse de las siluetas a las que nos tiene acostumbrados y apostar por uno de los colores vitamina que más presencia han ganado este año en el universo de las tendencias: el naranja.
A medio camino entre el mono de trabajo más característico de los obreros y los chalecos de alta seguridad, pero también reinterpretando el uniforme de prisión estadounidense, Gigi Hadid llegó ayer al ensayo del desfile de Isabel Marant en París luciendo un mono abotonado naranja de cashmere de su propia firma de moda, Guest in Residence, que llevó desabrochado sobre una camiseta de licra blanca. Un conjunto inesperado con el que llamó la atención de todos los fotógrafos que esperaban su llegada y que, además, ya llevó en su versión color vino durante la Semana de la Moda de Milán.
Si en la primera ocasión escogió unas zapatillas Converse para completar su conjunto, esta vez decidió unirse a las últimas corrientes de moda con unos mocasines, uno de los calzados estrella del año. Lo más sorprendente, en cambio, no fue solo el color del mono ni la atrevida apuesta de llevarlo con este tipo de zapatos, sino el estampado de los mismos. La modelo escogió el animal print de leopardo para darle un punto diferenciador al atuendo.
No existe mejor modelo que ella para protagonizar la primera campaña de su firma de moda. Con esta elección demuestra que, Guest in Residence, es el reflejo de su esencia: casual y siempre diferente.
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