Tras el parón que hizo durante su embarazo y tras dar a luz el pasado mes de febrero, Jennifer Lawrence no deja de deleitar a sus seguidores con sus apariciones públicas paseando por las calles de Nueva York.
La que en su día se alzara en fama por su interpretación en Los juegos del hambre y que, recientemente, cosechó más éxito gracias a la afamada producción Don’t look up, nos sorprendió este pasado fin de semana luciendo un nuevo estilismo que sigue varias de las tendencias atemporales que imperan en cualquier armario fashionista.
Jennifer Lawrence se dejó ver por la Gran Manzana, concretamente en el West Village, con un pantalón vaquero ancho, siguiendo la tendencia de los baggy pants que ya nos adelantó el street-style a principios de año. Escogió un diseño azul de cintura alta que combinó con un crop top de manga corta negra básico que dejó ver parte de su tripa y unas sandalias de piel de color marrón claro y suela plana negra.
Para elevar su elección, que se impone como un opción comodín de cualquier armario, añadió un bolso shopper de piel efecto cocodrilo negro con asa marrón, gafas rectangulares negras y un collar dorado con el que añadió un plus distintivo al atuendo.
El calor en Nueva York también está azotando con fuerza y, para soportarlo, Jennifer Lawrence recogió su larga melena rubia en una coleta alta, llevó un paraguas a modo de sombrilla y, por supuesto, una botella de agua para estar hidratada en todo momento.
Si hace unos días la actriz nos sorprendía luciendo un romántico y favorecedor conjunto de crochet, esta vez ha apostado por un estilismo más noventero con el que ha demostrado que la conjunción de diferentes básicos puede lograr un resultado de éxito. La apuesta de la intérprete es pura inspiración ya que se adapta a la perfección tanto a las exigencias estilísticas que demanda el verano, como a las que próximamente reinarán en los días otoñales. Una vez más la sentencia queda clara: menos es, siempre, más.
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