Las últimas semanas han estado llenas de ‘primeras veces’ para los miembros más importantes de la familia real británica, que han ocupado nuevos cargos y han comenzado su andadura con nuevos títulos, como es el caso de Kate Middleton, que tras ascender al trono el príncipe Carlos, se convirtió en la nueva princesa de Gales. Anoche, hizo su debut con este título en una cena de Estado y todas las miradas estaban puestas en la tiara que elegiría para esta destacada ocasión. Y, una vez más, Kate Middleton dejó patente su admiración por Lady Di al escoger la que era su tiara favorita, la Lover’s Knot.
Esta pieza, realizada con diamantes y perlas en forma de lágrima por la joyería londinense Garrard, es una de las más famosas del joyero real. La pieza fue creada para la reina María de Teck, abuela de Isabel II, en 1914, con perlas y diamantes que ya pertenecían a la familia real. La joya estaba inspirada en una tiara de Augusta de Hesse, abuela de María de Teck y esposa del duque de Cambridge, de ahí que la tiara también sea conocida como Cambridge Lover’s Knot.
Tras el fallecimiento de la reina María en 1953, la tiara fue heredada por su nieta, Isabel II, que también la usó en varias ocasiones, pero cuando realmente se hizo popular esta pieza fue en manos de Diana de Gales. La reina se la prestó como regalo de bodas, y aunque ese día Lady Di usó la tiara Spencer, desde entonces la tiara Lover’s Knot fue una de sus favoritas y la utilizó en muchos de los actos más importantes en los que representó a la Corona.
Tras su divorcio del príncipe Carlos en 1996, la tiara regresó al joyero real, y estuvo guardada en el Palacio de Buckingham hasta que Kate Middleton la volvió a lucir en 2015. La entonces duquesa de Cambridge se enamoró, como lo había hecho en su día Diana, de este tiara de gran peso que, según los expertos, produce dolor de cabeza a quien la lleva. Pero eso no ha sido inconveniente para ser una de las favoritas de ambas.
Algo que ha querido dejar claro Kate luciéndola de nuevo para su primera cena de gala como princesa de Gales. Kate la ha combinado con un vestido blanco de Jenny Packham, largo, con los hombros adornados con pedrería y las mangas abiertas simulando una capa. Un clutch con cierre de mariposa de Alexander McQueen y unos salones de pedrería de Gianvito Rossi han sido los accesorios elegidos para combinar con este vestido.
Además de la tiara, ha lucido otras dos joyas representativas: un broche art-decó de diamantes y los pendientes de perlas de los Mares del Sur que también pertenecieron a Lady Di y que ella usaba solos o combinados con la tiara Lover’s Knot y la tiara Spencer.
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