Los últimos meses están llenos de primeras veces para Carlos III, la reina Camilla, el príncipe William y Kate Middleton. Los cuatro se han estrenado como anfitriones en el servicio religioso que conmemora el día de la Commonwealth y tanto Kate como Camilla no han dudado en sacar del joyero algunos de los broches históricos más valiosos de la corona británica.
Kate Middleton ha sido protagonista por su look, un elegante conjunto firmado por Erdem de chaqueta peplum y falda midi ligeramente acampanada en azul marino con pequeñas flores blancas que ha combinado con un sombrero de ala ancha y zapatos y cartera a juego. Pero sin duda el detalle más relevante era el broche con el que ha adornado la chaqueta.
La princesa de Gales ha recuperado un broche con un gran valor histórico. Se trata del broche de plumas del príncipe de Gales, que han lucido diferentes royals a lo largo de las décadas. La pieza fue realizada a mediados del siglo XIX, y fue un regalo de las damas del norte de Gales a la princesa Alexandra de Dinamarca, a punto de casarse con Eduardo VII.
El broche, de forma ovalada, tiene como motivo las plumas distintivas del escudo del príncipe de Gales, además de zafiros, pequeños diamantes y rubíes. Alexandra de Dinamarca fue princesa de Gales durante más de tres décadas e hizo de esta pieza una de las favoritas de su joyero. La pieza se convirtió en una apreciada herencia de las siguientes princesas de Gales, e incluso Camilla, que no ha ostentado el título, sí lo ha lucido como esposa del príncipe de Gales.
Fiel a su particular estilo, Lady Di dio un giro a esta pieza y la lució en forma de colgante. Diana asistió a la Royal Opera House de Londres en 1982 con un llamativo vestido rojo y este histórico colgante junto con una cadena de diamantes. No es la única transformación que puede sufrir esta joya, pues Kate la lució por primera vez en noviembre pasado con una esmeralda colgando del broche.
Camilla luce el broche de zafiros y diamantes de Isabel II
La reina consorte también quiso remarcar su nueva posición a través de las joyas que eligió. Camilla recuperó de su armario un abrigo azul de Fiona Claire y lo adornó con uno de los broches más queridos de Isabel II, el de zafiros y diamantes. Se trata de un broche que los entonces príncipes de Gales, Eduardo VII y Alexandra, regalaron a la emperatriz Maria Feodorovna (hermana de Alexandra) por su boda. Cuando asesinaron a su hijo, el último zar de Rusia, ella consiguió huir a Dinamarca con su broche, que finalmente sería comprado en una subasta por María de Teck, abuela de Isabel II.
Desde entonces, el broche ha sido uno de los favoritos de las royals inglesas y tanto Isabel II como su hija Ana de Inglaterra lo han lucido. Ahora es Camilla la encargada de mostrar esta valiosa pieza en algunas de sus apariciones más importantes.
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