A pesar de que comenzó su carrera como cantante, siempre será recordara como Sandy, la protagonista de Grease que la convirtió en uno de los rostros más famosos del celuloide e icono pop. Olivia Newton-John ha muerto este lunes a los 73 años, a causa de un cáncer de mama. Según ha informado su marido, John Easterling, la artista falleció en su rancho de California rodeada de su familia y amigos. «Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama», apunta Easterling en un comunicado difundido en las redes sociales. «En lugar de flores, la familia pide que se hagan donaciones en su memoria al Fondo de la Fundación Olivia Newton-John».
Si bien nació en Reino Unido y representó a su país en el festival de Eurovisión de 1974 con la canción Long Live Love, la actriz se mudó a Melbourne (Australia) con solo cinco años. Siendo solo una adolescente empezó su carrera en la música y a los 18 ya habría grabado su primer sencillo. Sin embargo, fue en 1978 cuando alcanzó la fama global tras protagonizar el musical de Grease de junto a John Travolta.
Para entonces tenía 29 años, pero encarnó como nadie la dulzura de la Sandy adolescente de flequillo angelical y coleta y evolucionó con ella hasta dejarnos el look más rock & roll del cine: un top negro de escote Bardot combinado con leggins que se ha convertido en uno de los estilismos más reconocibles del séptimo arte (y en recurso socorrido en fiestas de disfraces).
No ha sido ese, sin embargo, su único look icónico. Además de sus personajes cinematográficos –tras Grease, participó en otras cintas tan inolvidables como Xanadu–, su estilo personal bien merece ser recordado. Repasamos a continuación los 15 looks más icónicos de la intérprete de Physical, uno de sus temas más conocidos, con permiso del You’re The One That I Want con el que la seguiremos recordando cada vez que suene.
Pocos estilismos cinematográficos pueden presumir de ser tan reconocibles a pesar de su simplicidad. Un top de hombros al aire y unos ajustados leggins negros representaron la evolución de Sandy convirtiéndose, al tiempo, en uno de los más famosos del cine (y de las fiestas de disfraces). Olivia Newton-John lo subastó por 405.700 dólares que aportó a su asociación para la lucha contra el cáncer, enfermedad que ha causado su muerte a los 73 años.
La Sandy de looks conjuntados en tonos pastel del principio de Grease nos gusta casi tanto como su imagen al final de la película. La dulzura de su flequillo recto a mitad de frente, su candidez cantando canciones como Summer Nights y esas coletas con lazo jamás dejarán de ser fuente de inspiración.
La actriz y cantante también encarnó el look ochentero de body, mallas y cinta en la cabeza al más puro estilo Jane Fonda. Y lo hizo en el videoclip de Physical, uno de sus temas más famosos. El tema permaneció durante 10 semanas consecutivas en la cima del Billboard Hot 100, la lista de singles más vendidos de Estados Unidos y la más importante del mundo.
Quedó cuarta, pero luchaba contra ABBA. La cantante representó a Reino Unido en Eurovisión con la canción Long live love y este maxivestido de volantes que bien podría haber inspirado una de las creaciones de Alessandro Michele para Gucci.
En 1979, la artista fue condecorada con la Orden del Imperio Británico y, para la ocasión, apostó por conjuntar camisa, boina y guantes en rojo haciendo una declaración de estilo y dejando otro look para el recuerdo.
Xanadu es la gran otra película musical de su carrera, que protagonizó después del éxito de Grease. Cada fotograma es un estilismo, pero nos quedamos con esta apuesta por los flecos y las botas altas que bien podría inspirarnos para ir de festival.
En 1978 acudió a la gala de los Oscar junto a John Travolta luciendo un espectacular diseño rosa palo a modo de túnica sobre unos pantalones satinados. Una apuesta original y distinta en una alfombra roja como la de los Oscar que no ha sido lo suficientemente reivindicada.
Ni Farrah Fawcett, ni Jane Birkin. Resulta que el flequillo cortina perfecto lo tenía Olivia Newton-John (y nosotras sin saberlo).
Sumergierse en la hemeroteca de la actriz y cantante es sinónimo de toparse con estilismos tan actuales como este vestido, que bien podría formar parte de cualquier pasarela o colección de 2022.
El top, los pantalones con rodillera, las botas ajustadas de tacón cuadrado… y esa actitud alegre y única que la caracterizaba y traspasaba la cámara. Todo en esta foto de Olivia nos gusta.
Si hubiera que definir el principio de la década de los setenta en un solo look, probablemente podría ser este. Que a nadie se le pase por alto el detalle de la manzana a modo de hebilla.
En 1989 volvió a asistir a los Oscar, esta vez acompañada por el que era su marido entonces, Matt Lattanzi, y demostró de nuevo que lo suyo no era apostar por los vestidos convencionales de alfombra roja. Este diseño a medio camino entre Vampire’s Wife y Alessandra Rich bien podría ser el más disruptivo de la próxima edición.
Olivia también nos deja estilismos más ortodoxos como esta defensa del binomio más elegante: el blanco y el negro.
Podría ser una imagen de la campaña de cualquiera de esas firmas que triunfa en Instagram con sus prendas de punto hechas a mano, pero es Olivia a mediados de los 70 volviendo a dar una lección de estilo.
En la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Sydney del año 2000, Olivia Newton-John interpretó Dare to Dream con John Farnham luciendo un espectacular vestido de tul color marfil hecho a medida adornado y adornado con lentejuelas plateadas. Para completar su elección, brilló (aún más) con unos diamantes valorados en 1,6 millones de dólares. Un brillo que la sobrevivirá a través de su música, sus películas y, por supuesto, sus looks.
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