El joyero de Lady Di sigue dando sorpresas muchos años después de su muerte. La que fuera princesa de Gales no solo era un icono de moda por los vestidos que lucía, sino también por las joyas que complementaban cada una de sus elecciones estilísticas. Además de ser maestra en lucir mejor que nadie las suntuosas piezas pertenecientes al joyero real, también sabía darles su toque más personal y arriesgado, convirtiendo un collar en una inesperada tiara, o apostando por piezas que se salían de los cánones reales.
Precisamente ahora Sotheby’s subasta una de esas joyas que solo Lady Di podía lucir mejor que nadie: la cruz Attallah. Esta pieza es, sin duda, la gran protagonista de la subasta anual en la que Sotheby’s presenta una selección de objetos y reliquias con procedencia aristocrática. La cruz debe su nombre al fallecido Naim Attallah, exdirector del grupo Asprey & Garrard, y se estima que puede alcanzar un precio de más de 135.000 euros.
Esta cruz de estética maximalista realizada con amatistas de talla cuadrada y diamantes fue creada en la década de 1920 por Garrard, una de las firmas favoritas de la corte, y Diana de Gales la utilizó públicamente en una ocasión. Fue en en octubre de 1987, cuando acudió a la gala benéfica en apoyo de Birthright, la organización que trabaja para la protección de los derechos humanos durante el embarazo y el parto.
Lady Di lució este colgante con un cordón de perlas y lo combinó con un espectacular vestido de terciopelo morado con falda de princesa, cuello lechuguilla y manga larga rematada con pequeños volantes de la firma más repetida de su vestidor: Catherine Walker. «Las joyas que poseía o usaba la fallecida princesa Diana rara vez salen al mercado, especialmente una pieza como la cruz de Attallah, que es tan colorida, audaz y distintiva«, ha explicado Kristian Spofforth, director de joyería de Sotheby’s Londres. «Hasta cierto punto, este inusual colgante es un símbolo de la creciente seguridad en sí misma de la princesa en sus elecciones de vestimenta y joyería, en ese momento particular de su vida».
La cruz se venderá en la subasta online a partir del 6 de enero y no sería de extrañar que, puja tras puja, la pieza termine batiendo récords, pues no es habitual poder comprar una pieza que ha lucido la princesa más admirada.
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