Pocas apuestas de moda son tan versátiles como los vestidos negros. Sientan bien, combinan con cualquier color, y son capaces de protagonizar tanto los eventos de entre diario, como los más festivos. Si hay alguna duda basta con fijarse en el lookbook de Hailey Bieber, quien nos muestra, una y otra vez, cómo esta tipología de vestido puede ser una de las opciones más aplaudidas en cualquier evento.
La modelo, que hace unas semanas deslumbraba luciendo uno de silueta mini y aires ochenteros, se ha dejado ver esta vez con una apuesta muy diferente, pero igual de llamativa. Lo ha hecho, concretamente, apostando por una de esas elecciones que forman parte del fondo del armario, que siempre resultan un acierto, y a la que recurrimos cuando asistimos a una gala o a una ocasión especial y no sabemos qué ponernos. Hablamos de esos vestidos hiper sencillos monocromáticos y cuya silueta se ajusta al cuerpo como una segunda piel, resaltando nuestras curvas. Sin embargo, la modelo nos ha dado algunas pautas para reinterpretar su puesta en escena y ha dejado claro que, si queremos escoger un look minimal, los detalles marcan la diferencia.
Si por el día inspira en estilo por lucir como pocas las tendencias de principios de los 2000, y por ser creadora de corrientes de moda, últimamente, por la noche, decide sumarse al minimalismo. En esta ocasión así lo ha demostrado, pero no resultar aburrida y elevar su apuesta, ha escogido, eso sí, un diseño palabra de honor por debajo de las rodillas que contó con una abertura sutil lateral en una de las piernas. Escote refinado, largo midi y raja lateral: tres twists distintivos capaces de dinamizar hasta el atuendo más simple.
Coordinando su vestido en perfecta sintonía, añadió unas sandalias de piel del mismo color con una sola tira ancha y tacón fino. El broche final, como siempre, pasó por completar el outfit con unos pendientes dorados con forma de aro, pero esta vez mucho más discretos que a los que nos tiene acostumbrados. Y aún hay más: siguiendo el revival que los brazaletes han hecho en 2022 en el mundo de la moda, ella escogió uno ancho, también dorado, para rematar el look.
En un contexto en el que el lujo silencioso está más en boga que nunca, esta elección de Hailey Bieber no puede ser más inspiradora. Una vez más queda demostrado que, «menos» es (casi) siempre sinónimo de «más».
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