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Esta semana en Servir y proteger, desde que aceptó el dinero de Lorenzo para pagar una cuantiosa deuda, los problemas para Gael no han hecho más que aumentar. Ahora, no solo él estaba en peligro, sino, también, su hija Cata, quien se había convertido en el centro de sus amenazas. El dueño del Moonlight no encontró otra salida para proteger a la joven que ofrecerse a trabajar para el mafioso.
Su idea, aunque no era mala del todo, tenía una serie de consecuencias que él no había contemplado: su relación con Julia empezó a resquebrajarse. La abogada se enfrentó a su novio después de que este la dejara plantada por acudir a una llamada de Lorenzo. La mujer tenía miedo de que Gael estuviese de nuevo en malos pasos y, esta vez, no pudiera ayudarle.
Por otro lado, Vega fue víctima de un nuevo intento de asesinato en prisión. La reclusa estaba desesperada, pues creía que le sería muy complicado salir viva de Cerro Alto. Así pues, comenzó a pensar en una idea que no era tan descabellada como parecía: fugarse para proteger su vida ¿Logrará salir sana y salva de los ataques orquestados por Lorenzo en su contra?
Iris animó a Isma a buscar a su madre y retomar el contacto con ella
En comisaría,Iris animó a Isma que retomase el contacto con su madre. Sin embargo, él tenía sus dudas y así se lo hizo saber a su compañera de trabajo. Por si esto fuera poco, el chico se había quedado sin lugar en el que vivir. María se ofreció a tenerle en casa en lo que encontraba otro apartamento para quedarse.
Por otra parte, Miralles volvió a comisaría y retomó sus funciones con más ganas que nunca o, por lo menos, eso es lo que parecía a simple vista. La policía, incluso, canceló su viaje a Verona para organizar un operativo, lo que no sentó muy bien a Antonio.
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